Yelena Isinbayeva, la atleta más carismática del último decenio, puso un remate de oro a su gloriosa carrera deportiva con su tercer título mundial de pértiga en una final que congregó a más de 40.000 espectadores en el estadio Luzhnikí, hasta hoy casi desierto. La estadounidense Jennifer Suhr fue plata y la cubana Yarisley Silva, bronce.

Un salto limpio de 4,89 metros, ejecutado al primer intento, fue la marca ganadora que permanecerá para la historia ligada al adiós de la "Zarina", aun cuando haya dejado la puerta entreabierta a un posible regreso.

Como en los Juegos de Londres, la amenaza para Isinbayeva procedía del continente americano: la estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica; la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial, y la cubana Yarisley Silva, líder del año con 4,90 y autora de los cinco mejores saltos de la temporada.

Isinbayeba, de 31 años, levantó los primeros clamores en el estadio Luzhniki después de cuatro jornadas de los Mundiales, especialmente cuando saltó a la primera 4,75, que le daban, momentáneamente, la segunda plaza por detrás de Suhr.

El listón situado en 4,82 seleccionó a las tres medallistas porque sólo Suhr, Isinbayeva y la cubana Yarisley Silva pudieron con esa altura. Las tres atacaron los 4,89 con el podio asegurado.

Suhr y Silva se clasificaron por ese orden, como en los Juegos de Londres, donde empataron en 4,75 y el título se decidió por los saltos nulos, pero hoy las dos hubieron de rendir pleitesía a la reina Isinbayeva, a la más laureada de la historia.

Isinbáyeva ha protagonizado una despedida acorde con su elevado rango, después de sus fracasos en los dos últimos Mundiales. En los últimos -Daegu 2011- sólo fue sexta. En los anteriores -Berlín 2009- no fue capaz de hacer un solo salto válido en la final. Sus títulos mundiales databan de Helsinki 2005 y Osaka 2007.

800 metros masculinos

Mohamed Aman, de 19 años, aprovechó la ausencia por lesión del keniano David Rudisha, campeón mundial y olímpico, para dar a Etiopía el primer título mundial de 800 al batir en el último suspiro al estadounidense Nick Symmonds con una marca de 1:43.31.

La baja por lesión de Rudisha dejaba toda la responsabilidad al único atleta que le ha vencido en dos años, Mohammed Aman, campeón mundial bajo techo en 2012 e invicto en sus seis carreras anteriores.

Junto a él, el "front runner" estadounidense Duane Solomon, líder mundial del año con 1:43.27, que había impresionado en semifinales con una cabalgada desde la salida y una marca de 1:43.87 sin ayudas, al estilo de Rudisha.

Solomon no engañó a nadie. No sabe correr de otra forma. Tomó la cuerda a los 300 metros y permaneció en cabeza hasta mediada la recta final, cuando le adelantó su compatriota Symmonds y éste, a su vez, fue rebasado ya en los últimos cuadros por Mohamed Aman.

Symmonds, campeón americano, hubo de conformarse con la medalla de plata con 1:43.55, seguido de Ayanleh Souleiman, de Djibuti (1:43.76). Solomon pagó el esfuerzo retrocediendo hasta el sexto lugar con 1:44.42.

400 metros masculinos

El estadounidense LaShawn Merrit, campeón olímpico en 2008, ejecutó sumariamente al campeón mundial y actual titular olímpico, el granadense Kirani James para conquistar su primer título mundial de 400 con una majestuosa recta que remató en 43.74, y el dominicano Luguelín Santos volvió a subir al podio, ahora como tercero, tras su medalla de plata en Londres 2012.

Kirani James, dominador de la prueba desde que obtuvo el título mundial en Daegu 2011, se hundió en la recta y acabó séptimo.

Mientras Merrit interpretaba un solo sin respuesta, la carrera por detrás derivó en un caos del que Luguelín Santos salió con la medalla de bronce al cuello, por sólo dos centésimas, con una marca de 44.52, por detrás de otro estadounidense, Tony McQuay (44.40).

El belga Jonathan Borlee, el único de los gemelos que se clasificó para la final, perdió el tercer puesto en beneficio de Santos sobre la misma raya.

Heptatlón

La ucraniana Ganna Melnichenko, hasta hoy sin medallas en Mundiales o Juegos Olímpicos, aprovechó las ausencias para proclamarse campeona mundial de heptatlon tras resistir el último acoso de la canadiense Brianne Theisen Eaton, esposa del plusmarquista y campeón mundial de decatlon.

En una prueba marcada por las bajas, por lesión, de la campeona olímpica, la británica Jessica Ennis-Hill, y de la campeona mundial, la rusa Tatyana Chernova, quedaba por despejar la incógnita de si Melnichenko sería capaz de administrar los 75 puntos de ventaja con que afrontó las tres pruebas del segundo día.

Theisen Eaton se llevó la medalla de plata con 6.530 puntos y la holandesa Dafne Shippers, excampeona mundial júnior, que había empezado la segunda jornada en el segundo puesto, la de bronce con 6.477.