La población de Belén, primera etapa de la "gira de la paz" del FC Barcelona en Oriente Medio, entró en éxtasis con el paso de los jugadores y directivos por sus calles, donde visitaron la Basílica de la Natividad y se entrevistaron con el presidente Mahmud Abás.

"Esperábamos este momento histórico para el pueblo palestino", dijo el presidente de la Federación Palestina de Fútbol (FPF), Yibril Rayub, en una breve comparecencia ante los medios con el presidente del Barca, Sandro Rosell.

Y agregó: "Este es un gran paso para conseguir todos los objetivos de paz, para que el día de mañana todos (israelíes y palestinos) puedan jugar juntos".

Ambos directivos hablaron en la mukata (sede de la gobernación) de Belén después de que el presidente, Mahmud Abás, recibiera en privado al equipo barcelonista, el que más afición tiene en la zona de todos los grandes europeos.

Rayub remarcó que la posibilidad de un partido, idea original de Rosell para esta gira, que se dispute cuando los palestinos "tengan su estado independiente".

"Ese día habrá un gran partido y ese gran partido será con el Barca", aseguró antes de expresar su gran cariño personal, y el de todo el pueblo palestino, por la formación azulgrana.

Rosell le agradeció las muestras de "cariño y calor" y se felicitó de que la gira coincida con la reanudación esta semana en Washington de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos para alcanzar un acuerdo permanente.

"Todo lo que pueda hacer el Barca para que haya paz en el mundo, y también aquí, lo hará", aseguró.

Poco antes el Barcelona, que esta noche celebraba un clinic con niños palestinos en el estadio A-Dura de la ciudad de Hebrón, unas decenas de kilómetros al sur de Belén, había visitado la Basílica de la Natividad, el lugar que marca el nacimiento de Jesús.

Recibimiento en la Plaza del Pesebre

Miles de personas, a pesar del ayuno Ramadán, recibieron a los jugadores a su llegada a la Plaza del Pesebre con pancartas y camisetas, aunque en el exterior nadie pudo acercarse a sus ídolos.

En el interior, donde fueron recibidos por personal religioso y municipal, más muchos familiares de estos que no quisieron perderse la oportunidad, algunos jugadores se fotografiaron con aficionados.

El Barca entró en el territorio palestino de Belén por el paso de la tumba de la matriarca bíblica Raquel, en el muro que separa esa ciudad de Jerusalén desde la segunda Intifada (2003-2005).

Hasta ese punto llegaron acompañados por la policía israelí y después por la palestina.

La delegación barcelonista, que se desplaza en cinco autobuses y varios minibuses, está rodeada en todo momento de excepcionales medidas de seguridad, aunque algunos aficionados consiguieron burlarla en la Basílica.

Allí los jugadores, encabezados por unos abrumados Xavi y Messi, entraron uno por uno en la Gruta de la Natividad, donde una estrella de plata de 14 puntas marca el lugar del nacimiento.