­"Los técnicos que suscriben el informe técnico son de la opinión que se prohíba el uso del estadio (Balear) y se mantenga hasta que se haya realizado la evaluación de su estabilidad". Así de contundente concluye el escrito del informe técnico encargado por el Ajuntament de Palma en el que se analiza el estado del recinto deportivo donde juega el Atlético Baleares.

Tras la inspección realizada el pasado día 4 por los técnicos del Ajuntament de Palma, el informe destaca que se ha observado que "hay riesgo de inestabilidad y que se han detectado puntos de peligro potencial que podrían afectar a personas y bienes, por colapso parcial de la estructura del estadio".

En el apartado de medidas cautelares se impide el uso del estadio "a todos los efectos" y se insta, "bajo dirección técnica competente" a "realizar un estudio exhaustivo de la estabilidad del estadio", que deberá ser a cargo del Atlético Baleares. El término de ejecución es de tres meses y el presupuesto estimado es de 4.934,32 euros.

El estadio no está declarado en ruina, pero tras el estudio Cort valorará si se puede utilizar el terreno de juego sin peligro para las personas que se encuentren dentro del recinto.

El teniente de alcalde de Urbanismo y Vivienda, Jesús Valls, informó ayer de que técnicos del consistorio y de la empresa Procampo trabajarán conjuntamente para analizar de forma exhaustiva el estado en el que se encuentra el inmueble del Estadio Balear, por lo que indicó que "por el momento, el edificio permanecerá cerrado, y se prohibirá el uso, por cuestiones de seguridad, hasta que el estudio determine si se puede hacer un uso parcial o si el cierre tiene que ser permanente".

"Tendrá que ser la empresa la que asuma el coste de las obras necesarias para garantizar la seguridad de las instalaciones", añadió.

Mientras tanto, el Ajuntament ha intercedido para que los campos del entorno pongan a disposición de los usuarios del Estadio Balear sus espacios, con el fin de que los deportistas puedan continuar con su actividad.

El presidente de la entidad blanquiazul, Daniel Fiol, señaló ayer que no vería con malos ojos la posibilidad de que el primer equipo del Atlético Baleares, que milita en Segunda B, juegue sus partidos en el campo anexo a Son Moix. "Creo que en estos momentos sería la mejor solución", dijo el nuevo máximo mandatario de la entidad blanquiazul, temiéndose lo peor, que el resultado del estudio que se va a encargar mantenga la prohibición del uso del estadio.