El tenista español y número cinco del mundo, David Ferrer, se ha impuesto al chipriota Marcos Baghdatis (6-4, 6-2, 6-3) en el partido de tercera ronda del Open de Australia, primer 'grande' de la temporada y que se disputa en Melbourne hasta el 27 de enero, por lo que accede a octavos de final, donde se verá las caras con el japonés Kei Nishikori.

Ferrer se mostró muy superior al chipriota. Bagdhatis, que venía de imponerse con problemas al nipón Tatsuma Ito, no fue rival para el alicantino, que dominó el partido en todo momento, sobre todo a raíz de hacerse con el primer set.

El cabeza de serie número cuatro del torneo empezó el partido cometiendo muchos fallos. Sin embargo, conseguía un 'break' en el cuarto juego del encuentro (3-1) para hacerse con una renta que desperdiciaba en el séptimo (4-3). Fue el punto de inflexión en el partido, ya que, a partir de entonces, Ferrer desplegó el potencial que lleva dentro y se hizo con el mando.

Bagdhatis servía para igualar el partido a cinco juegos, pero un error no forzado con su revés hacía que la primera manga cayera del lado del español (6-4). Ferrer estaba muy cómodo sobre la pista, mientras que el chipriota sólo podía seguir la trayectoria de la bola con la mirada.

En el segundo set, el español no tardó en dejar claro a Bagdhatis que no tenía ninguna opción. En el cuarto juego, con un 'smash', conseguía un 'break' que le ponía con 3-1 y volvería a hacerlo en otra ocasión para cerrar con 6-2.

La asignatura pendiente del alicantino estaba en su servicio. Ferrer no pasaba del 65% de primeros saques en los dos primeros parciales, pero, mucho más relajado en el último, aumentó su efectividad, aunque llegó a ceder uno de sus servicios.

El alicantino había conseguido ya una ventaja en el set (2-0) y Baghdatis le devolvía la rotura, pero al chipriota no le sirvió de mucho, porque Ferrer continuó al máximo nivel. Así, se acabó imponiendo por 6-3 para conseguir su pase a octavos de final, donde se medirá a Kei Nishikori, cabeza de serie número 16 del torneo, que venció al ruso Evgeny Donskoy.