La torrencial lluvia caída ayer por la mañana sobre Palma afectó especialmente a las instalaciones del Hipòdrom Son Pardo, cuya parte interior quedó completamente inundada. Una insólita situación en los últimos 20 años, que obligó a desalojar miles de toneladas de agua, paralizando diferentes de los servicios que ofrece la instalación a sus usuarios.