La temporada 2012 se ha ganado la consideración como la mejor de la historia del motociclismo mallorquín, con diferencia. Sobretodo por los diferentes éxitos conquistados en el marco del Campeonato del Mundo de velocidad. El título de MotoGP a cargo de Jorge Lorenzo, el subcampeonato de Luis Salom en Moto3 y el triunfo de Pedro Vallcaneras en el Mundial de Resistencia convierten la campaña en dificilmente mejorable para los isleños.

Un territorio que se ha ganado la consideración como potencia internacional, con una extraordinaria media por habitante de campeones y pilotos de primer orden internacional. Todo un fenómeno. Especialmente, teniendo en cuenta de que se trata de un territorio aislado y sin un circuito en condiciones para la práctica del motociclismo profesional.

Pese a su caída en el Gran Premio de Valencia, cuando tenía el triunfo en sus manos, Jorge Lorenzo, a sus 25 años, ha evidenciado una gran madurez y regularidad para la conquista de su cuarto título mundial, dos en 250 y dos de MotoGP. Un éxito mayúsculo que el piloto mallorquín entiende y destaca que es fruto de su madurez y el conocimiento de sus límites. Eso es lo que ha destacado quien entre hoy y mañana, miércoles, probará las novedades de su Yamaha para la temporada del 2013 y quien tiene previsto desplazarse a Mallorca el próximo lunes, 19 de noviembre, para celebrar con su gente la conquista de su cuarto Mundial y su condición de mejor piloto español de todos los tiempos en la categoría reina, la de MotoGP.

"Ha sido más difícil porque los rivales estaban más cerca, en 2010 tuvimos bastante ventaja de puntos, tuve más de 53 puntos de ventaja y a tres carreras del final pudimos lograr el campeonato. En esta ocasión hemos tenido que esperar hasta la penúltima carrera y con muchas más dificultades", destaca de su última conquista.

Sin obsesiones

El piloto mallorquín, no obstante, no quiere obsesionarse con títulos venideros, sino disfrutar del cuarto. "No me obsesiona la cantidad de títulos que pueda ganar, vivo el momento y hace poco firmé dos años más por Yamaha, así que serán los próximos que seguro que haré, después ya veremos si continuo o no", comenta Lorenzo sobre su futuro en MotoGP.

En el caso de Luis Salom, representante de la familia más motera de Mallorca, su conquista del subcampeonato mundial de Moto3, sufriendo mucho en la carrera más emocionante de la temporada, "es un sueño convertido en realidad". Un premio magnífico a una trayectoria siempre ascendente, pese a las importantes carencias de las motos que hasta ahora ha manejado. Superándose carrera a carrera. Un factor que le debe convertir en el 2013 en uno de los pilotos a batir en su categoría. Un objetivo del que cuidará el equipo Red Bull-KTM.