El Atlético Baleares coge aire gracias a la versión de siempre del Mallorca B, la del once generoso, que reparte regalos por doquier. Ayer, un gol en propia puerta y un despeje al enemigo fueron del todo punto decisivos de cara al resultado final de un derbi en el que el poco fútbol que se vio lo puso el once visitante.

Y eso que a las primeras de cambio, el horizonte del Atlético Baleares oscureció con el grave error primero de la zaga blanquiazul, habilitando la posición de Ismael para encarar el marco de Ian Mackay. El resto lo puso el colegiado, Gil Coscolla, que señaló pena máxima de Rojas sobre Ismael cuando la falta se había producido de forma clara fuera del área. Nico Baleani no perdonó, y el 1-0 subió al marcador. Primer mazazo para un once blanquiazul que a partir de este momento se apoderó del juego ante un filial rojillo que plegó velas, se supone que con la intención de a la contra romper a los blanquiazules.

Una apuesta que no le salió nada bien al Mallorca B ya que el azar en forma de gol con fortuna le dio un guiño a los visitantes, cuando a los 21 minutos un centro por la derecha de Femi se envenenó tras tocar Charlie Took con la testa, retratando a su portero Yeray, subiendo al marcador el 1-1. Un gol que dejó tocado al filial rojillo y que le dio alas a los de la Vía de Cintura, que cinco minutos después pudieron adelantarse en el marcador. Pero, el remate bombeado con la testa de Cristian se estrelló por la parte superior del larguero sin mayores consecuencias. La respuesta local - única en lo que hubo de primer tiempo - llegó en forma de corner olímpico ejecutado por Abdón y que no acabó en el fondo de la portería por bien poco.

Tras el intermedio, la siesta de los futbolistas del Nanu Soler continuaba. Al minuto, se despertaron con el gol de David Sánchez, perfecto en su ejecución, de pilleria en su realización tras asistir Jesús Perera dentro del área al centrocampista catalán y de infantil en cuanto al error en el despeje -todo un regalo- de Víctor Sánchez hacia el propio Perera.

El Mallorca B tiró de casta y de manual de jugadas a balón parado para intentar la igualada. Damià lo tuvo muy cerca, pero su testarazo se marchó excesivamente cruzado. Los rojillos seguían insistiendo, el Nanu Soler movió ficha con la entrada de Paéz y Héctor, gozando este último de la opción más clara por parte del filial de empatar el partido, pero su centrochut por la izquierda se estrelló en el larguero con Mackay ya batido. Un lance que dio alas a los locales, aunque ello no se concretó en más opciones de gol mientras que Jesús Perera tuvo la sentencia, con una asistencia de oro dentro del área rojilla de David Sánchez que no acabó en el 1-3 por la pifia en el remate del número 9 blanquiazul. Final 1-2.