El Amics de Castelló no era un desconocido para un Palma Air Europa que en pretemporada disputó el torneo de verano del que los castellonenses eran anfitriones y que se saldó con triunfo absoluto del cuadro mallorquín. Pero la experiencia es clara al respecto. No vale fiarse de los lobos con piel de cordero.

Ni tampoco de alguien que se presente con la vitola de ´Amigo´ sin antes haber dejado prueba de tal condición de forma sobrada. De no ser así, caso de afrontar el encuentro de forma confiada, por muy amigo que diga ser el oponente, puedes acabar llevándote un disgusto.

Un disgusto como el que se llevó el sábado en su pista, en la del Toni Servera, un Palma Air Europa que afrontaba la quinta jornada del campeonato de LEB Plata con el supuesto convencimiento de que la confrontación ante el Amics de Castelló sería un compromiso de coser y cantar.

Pero no fue así. Y no solamente no lo fue, sino que el equipo palmesano rozó el ridículo si nos atenemos a una serie de detalles. Uno de ellos, por ejemplo, el que demuestra que mientras el Palma, máximo realizador del grupo hasta el sábado con una media de 76´75, estuvo por debajo de la misma (72) el Amics de Castelló superaba ampliamente su media ofensiva (con 45, el peor equipo del grupo en este apartado) anotando la friolera de 86 puntos.

Pero eso no es todo. El Palma Air Europa, que iniciaba el partido con una media de 76 puntos en contra, acabó encajando nada menos que 82, con lo cual, mientras al final de los cuarenta minutos el equipo palmesano empeoraba sus promedios -tanto ofensivo como el defensivo-, el Amics de Castelló los mejoraba sensiblemente; y de forma especial el ofensivo, que de un pobrísimo 45 pasaba a un más digno 53´2.

Valoraciones negativas

Es evidente que el sábado no fue el mejor día para mucha gente del Palma Air Europa. Y puestos a repartir, tanto hay que sumar en el debe de la parte técnica, como en el de algunos jugadores. Y además, jugadores considerados titulares como es el caso de los San Emeterio, Llompart y Cañellas, tres hombres que al final de los cuarenta minutos hacían gala de una valoración negativa, con menos tres, menos uno y menos dos, respectivamente. A lo que también podría sumarse la notable diferencia en el apartado de balones perdidos, pues mientras el Amics de Castelló salvaba el compromiso con 14 pérdidas, los mallorquines totalizaban 19.