La Vendée Globe ya está en marcha. Los pantalanes de Port Olona despidieron ayer a los 20 navegantes que acometen la Vuelta al mundo sin escalas ni asistencias, en una regata que les hará recorrer un total de 24.048 millas.

"Nos vemos a la vuelta, mamá. No te preocupes". Con su hijo Javier en brazos, flanqueado por Amal, su mujer, y María, su madre, el mallorquín Javier ´Bubi´ Sansó, único español que participa en esta edición y el primero que repite en esta prueba, se despidió de los suyos minutos antes de soltar amarras e iniciar su aventura con el ´Acciona 100% EcoPowered´.

"Hay estrés, pero es el estrés del navegante. La Vendée Globe siempre es mágica, aquí hay mucha gente y es un sueño hecho realidad", explicó Sansó, sorprendido al igual que el resto de navegantes por los cientos de personas que se reunieron para despedir a los aventureros.

A las 13:02 horas, con un viento de una docena de nudos del oeste-suroeste, el actor francés François Cluzet liberó la flota junto a Bruno Retailleau, presidente del Consejo General de la Vendée. Visiblemente con muchas prisas, cinco participantes salieron antes de tiempo y tuvieron que volver sobre sus pasos. Fue el benjamín de la flota, Louis Burton (´Bureau Vallée)´, quien salió en cabeza, junto al ´Safran´. A las 14:30 horas, la flotilla progresaba en una ceñida, amurados todos a estribor, a una media de unos 10 nudos. El navegante mallorquín Javier Sansó (´Acciona´) figuraba en cabeza, a sotavento de sus rivales.