Irán volvió a aguarle el debut a la selección española en un Mundial, al igual que hizo en la pasada cita de Brasil 2008. Tras terminar la primera mitad con dos goles de ventaja, el primero obra del mallorquín Miguelín -que hacía su debut en un Campeonato del Mundo- y Lozano, la selección de Irán logró empatar en el minuto 30 en un fallo defensivo español en un saque de banda.

España salió al partido muy fuerte, manteniendo la presión sobre el rival en toda la pista.

No obstante, la primera ocasión del encuentro la tuvo en sus botas el iraní Taheri con un fuerte disparo desde la frontal que permitió a Juanjo lucirse con una gran parada a mano cambiada.

Tras dos avisos de España, fue Miguelín, en el minuto 4, quien con un disparo raso y ajustado a la izquierda de la portería de Nazari inauguró el electrónico para España. El malorquín se estrenaba a lo grande en un Mundial, casi en la primer pelota que tocaba.

A Irán, incómoda en el saque del balón por el empuje de los españoles, solo le quedó recurrir a los disparos lejanos. Mientras, España hacía trabajar a Nazari, que en el minuto 15 encajó el 2-0.

Tras el descanso, España continuó dominando el juego en los primeros compases, pero su descierto y la actuación Nazari impidieron que cerrara el partido. Un error defensivo permitió a los persas, en el minuto 28, recortar el marcador. La selección de Irán, arropada por más de un centenar de ruidosos aficionados, creyó en sus posibilidades y en otro error español igualó la contienda (2-2).

Pudo marcar cualquiera en un final de partido jugado al ritmo que marcó Irán, aunque Nazari evitó el 3-2 de España a remate de Torras a dos segundos del final.