Gijonés de 39 años, José Luis Rubiera se retiró del profesionalismo hace dos, después de acompañar a Armstrong en su regreso a la competición en el Astana y el RadioShack. Con sus ojos claros miró desde lo más alto del podio en pocas, pero selectas ocasiones. Ganó dos etapas de montaña del Giro de Italia (1997 y 2000), la carrera que le dio fama en sus inicios en el Kelme. Fue sexto en la Vuelta a España de 1999 y séptimo dos años después, siempre trabajando para líderes como Heras o Escartín. Ingeniero de formación, en su nueva vida se ha volcado en el diseño de bicis para la firma MMR. Habla animado, con la misma velocidad con la que descendía puertos, y disfruta como un cicloturista más de Eivissa, "un terreno variado y muy apto para el ciclismo". Conoce bien la isla, ya que recuerda haber competido aquí "en el año 90 o 91 como juvenil". En 2005 participó en el Critérium Internacional que se disputó en Sant Antoni.