Inter de Milán y Bayern de Munich deberán remontar sus respectivas eliminatorias si quieren pasar a la próxima ronda de la Liga de Campeones, tras sumar este miércoles sendas derrotas por 1 a 0 frente al Olympique de Marsella y el Basilea respectivamente.

A falta de un minuto para que acabara el tiempo añadido, un tanto de cabeza del ghanés André Ayew dio al Olympique de Marsella ventaja en la eliminatoria de octavos de final (1-0) ante el Inter de Milán, que deberá remontar en San Siro para lograr su cuarta clasificación consecutiva a los cuartos de final.

El conjunto de Didier Deschamps sacó provecho de su mayor fe en la victoria e hizo bueno un gol logrado a balón parado, cuando todo hacía pensar que el encuentro acabaría en tablas.

En trayectoria ascendente, el equipo francés jugó la baza de la frescura para superar la apuesta por la experiencia que desplegó el técnico Claudio Ranieri, en plena deriva destructiva, con ocho partidos consecutivos sin victoria.

El triunfo fue justo a la vista de que los dos equipos dejaron pocas ocasiones en el campo, pero fueron los franceses quienes más buscaron el triunfo.

Aunque los italianos, al contragolpe, se habían fabricado las mejores hasta que Ayew aprovechó su tercer remate de cabeza entre los tres palos para establecer la ventaja local.

Los dos equipos demostraron que están lejos de las cumbres europeas, como demuestra que en sus respectivas ligas ni siquiera están en zona clasificatoria para la máxima competición europea.

El cuarto del campeonato francés demostró demasiado respeto por el séptimo del italiano, aunque al Inter le cuesta soportar el estatus que desprende su palmarés, con cinco ligas italianas en los seis últimos años y la Liga de Campeones de 2010.

Apenas un buen remate de Forlán a pase de Cambiasso en el primer tiempo y una jugada a balón parado de Stankovic fueron las opciones interistas.

No muchas más tuvo el Marsella, que se conformó con un par de disparos lejanos del español César Azpilicueta, el mejor de su equipo hasta que se retiró tocado en un tobillo en el minuto 80, y las jugadas de cabeza de Ayew.

El primer tiempo estuvo marcado por la impotencia local y los contragolpes visitantes que, de rebote, se llevaron las mejores ocasiones del encuentro.

Sobre todo la que tuvo Forlán a pase de Cambiasso que obligó a una gran parada de Mandanda a los 11 minutos.

La segunda mitad fue más equilibrada pero tan poco espectacular, sin que ninguno de los dos mereciera deshacer la igualdad en el luminoso.

Hubo que esperar al descuento, a que los italianos empezaran a pensar que habían salido indemnes del Velódromo marsellés para que Ayew se beneficiara, en un córner, de la indolencia de Stankovic y batiera a Julio César, prolongando el sueño francés de derribar a un equipo italiano en plena descomposición.

El Basilea le complica la vida al Bayern de Munich

El FC Basilea volvió a sorprender en la Liga de Campeones y derrotó hoy por 1-0 al Bayern Múnich en el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones, tras haber sido el verdugo del Manchester United en la fase de grupos.

El conjunto de Jupp Heynckes se verá obligado a remontar dentro de tres semanas si quiere mantener sus opciones en una competición en la que parte como uno de los favoritos, ya que la final se disputará en el Allianz Arena de Múnich.

La primera parte terminó empatada sin goles, lo que hay que atribuirlo ante todo a los dos porteros, Jan Sommer y Manuel Neuer, y parte también a la mala suerte del Basilea, que estrelló un balón contra el poste y otro contra el larguero.

El partido empezó con tres ocasiones para el Bayern, la más clara de ellas en el minuto 10, cuando un pase del capitán Philipp Lahm dejó al francés Franck Ribery solo frente a Sommer, que reaccionó con una gran parada.

Pasado el primer cuarto de hora, el Basilea tuvo una fase en la que estuvo muy cerca del gol. Primero, en el minuto 16, un disparo de Marco Streller obligó a Neuer a reaccionar desviando el balón a saque de esquina y este trajo un cabezazo de Alexander Dragovic que Neuer desvió contra el poste.

Tres minutos después, Alex Frei reventó el balón contra el larguero, cuando estaba solo frente a Neuer.

El Bayern dominaba en lo relativo a la posesión de pelota y en ataque mostraba mucha mayor movilidad que en los últimos compromisos de la Bundesliga. Sin embargo, en cuanto a ocasiones de gol, el partido estaba bastante parejo y las del Basilea habían sido incluso más claras.

En el segundo tiempo, el Bayern empezó a controlar más el partido y las llegadas del Basilea se hicieron menos frecuentes y menos peligrosas.

Sin embargo, al Bayern le costaba llegar. Primero lo intentó con disparos desde fuera del área. el más peligroso de ellos, fue en el minuto 69 cuando Sommer desvío a saque de esquina un remate de Lahm.

En el 71 el entrenador del Bayern optó por sacar del campo a Ribery, que había jugado un buen primer tiempo, para darle paso a Thomas Müller.

Müller fabricó una ocasión, con un buen pase a Mario Gómez que se encontró otra vez con el excelente Sommer.

El Basilea no había tenido ninguna ocasión en la segunda parte pero en la primera que tuvo llegó el gol. Stocker, en el minuto 76, quedó sólo ante Neuer, tras un pase de Xoa, y metió, desde corta distancia, el balón por entre las piernas del meta alemán.

Tras el gol, el Basilea se adueñó del partido. El Bayern no solo tuvo problemas para llegar en los últimos partidos sino incluso para apropiarse del balón.