Debut arrollador del campeón

El serbio Novak Djokovic comenzó ayer su temporada oficial 2012 con un aplastante triunfo por 6-2, 6-0 y 6-0 ante el italiano Paolo Lorenzi, con el que lideró el avance a segunda ronda del Abierto de tenis de Australia de otros favoritos como el británico Andy Murray y David Ferrer.

Con unas temperaturas de 36 grados complicando las condiciones en Melbourne Park, se completó la primera ronda del primer Grand Slam del año sin sorpresas y con Djokovic, primer jugador mundial, máximo favorito y actual campeón, mostrando el mismo paso arrollador de 2011.

Murray, cuarto favorito y ansioso por lograr su primer Grand Slam tras haber perdido las dos últimas finales en Melbourne, sufrió más que Djokovic para imponerse al joven estadounidense Ryan Harrison por 4-6, 6-3, 6-4 y 6-2. Ferrer, quinto favorito, no tuvo problemas para deshacerse del portugués Rui Machado por 6-1, 6-4 y 6-2. Su próximo rival será el estadounidense Ryan Sweeting. Los también españoles Pablo Andújar y Marcel Granollers le acompañarán en segunda ronda.

Djokovic, ganador de diez títulos tras 11 finales en 2011, incluidos tres Grand Slams, logró ayer 22 golpes ganadores con apenas 13 errores no forzados ante el número 109 del mundo. "Decidí no jugar la primera semana del año (disputó y ganó un torneo de exhibición en Abu Dabi del 29 al 31 de diciembre) para prepararme bien para Melbourne", dijo Djokovic, "satisfecho" con su actuación de ayer. "Me costó un par de juegos meterme en ritmo por las difíciles condiciones. Fue el día más caluroso desde que estoy aquí, así que me costó habituarme. Después del primer set jugué bien", dijo el monarca del tenis mundial.

Juan Carlos Ferrero acarició la clasificación para la segunda rondaante el serbio Victor Troicki (19), ya que primero dispuso de una ventaja de dos sets y posteriormente, en la cuarta manga, desaprovechó dos puntos de partido, para perder finalmente por 4-6, 6-7(3), 6-2, 7-6(3) y 6-2. El valenciano libró una dura batalla de casi 4 horas en la perdida pista 18 de Melbourne Park, en un lejano rincón del recinto australiano, apenas a diez metros de una transitada vía de ferrocarril.