"Como jugador tengo una trayectoria, aquello fue una anécdota", respondió Chico con cierto fastidio cuando fue preguntado en su presentación como jugador del Mallorca por aquel obsesivo marcaje que le hizo como futbolista del Almería al barcelonista Xavi. Han pasado poco más de dos años, pero el fútbol español mantiene en la retina aquella consigna de Hugo Sánchez que dio la vuelta al mundo y que no alcanzó su fin, porque los catalanes vencieron por uno a cero.

?Caparrós se apresuró ayer a descartar que el zaguero andaluz repita función esta noche en el Camp Nou. "Seguro que no lo vamos a hacer", dijo con media sonrisa. Lo que es seguro es que los dos protagonistas volverán a verse las caras después de aquel 3 de octubre de 2009, aunque el gaditano ahora vestirá la camiseta rojilla y no actuará como sombra del campeón del mundo, sino como central después de cumplir ante el Sporting un partido de sanción. "En mi vida me habían marcado así. Me tuve que retirar aburrido del partido. Era una obsesión. Si tiraba un córner, Chico iba conmigo. Si el balón lo tenía el Almería, le daba igual. Fue una cosa de locos. Guardiola me dijo que me apartara para no molestar la creación. Creo que a ese extremo no hay que llegar nunca. Ya le dije a Chico: ´Nos vamos a aburrir, tío´, y él me respondió: ´Es lo que me han mandado´", explicó resignado Xavi Hernández, que en ese choque apenas lanzó un tiro al palo y poco más. No le dejaron.

?El defensa no solo tenía la orden de ubicarse en el centro del campo, sino que su obligación era no dejar ni un metro al azulgrana, fuera donde fuera. El experimento no salió bien. El Almería estuvo fino a la hora de poner en dificultades a los ´culés´ con la telaraña defensiva ideada por el preparador mexicano, pero no fue suficiente porque Pedro marcó la diferencia. Eso sí, se estableció un debate en la Liga acerca de si era efectivo y recomendable hacer este tipo de marcajes. La mayoría de los técnicos no lo veían con buenos ojos, aunque quizá solo fuera por estética, pero Hugo Sánchez lo tenía claro. Defendió esta fórmula antes y después del encuentro, a pesar de las críticas recibidas.

?Chico, que había sido jugador del filial azulgrana en Tercera División con Guardiola como preparador, se rindió ante el talento de Xavi. "Es el mejor centrocampista del mundo y es imposible quitarle el balón", apuntó. Incluso fue más allá al asegurar tras el encuentro que hicieron buenas migas sobre el césped. "Estuvimos hablando de buen rollo, haciendo bromitas, y en un momento dado me comentó que si era así todo el partido no íbamos a jugar ni él ni yo. Al final, nos intercambiamos la camiseta y nos deseamos suerte para lo que viene", apuntó.

?Hasta Guardiola se lo recordó. "Saludé a Pep y hubo algo de cachondeo sobre el marcaje", dijo Chico. A buen seguro que hoy vuelve a comentarse, aunque quedara como una anécdota.