Nunca sabremos si Joaquín se habrá arrepentido de los cambios que hizo y de los hombres que alineó de principio, pero a pesar de todo ello en el fondo fue una derrota inesperada y posiblemente inmerecida. Pero de esas derrotas inmerecidas seguramente habrá alguna más en la temporada. Comentaba la cuestión de los cambios porque ni Victor, ni Alfaro, ni Tejera, sobre todo el catalán, no aportaron absolutamente nada al juego del equipo, nada. Y ya es sintomático que de los tres, ninguno de ellos tuviera ninguna incidencia en el partido y no mejoraron en absoluto lo hecho por Tissone, Nsue o Pereira. Todo lo contrario de Bilic. El croata nada más salir al campo consiguió el empate anticipándose a un más que blando Joao Victor. El propio brasileño regaló la victoria al Sporting marcando un gol en propia puerta cuando el jugador rival estaba a mas de cinco metros de la acción y por supuesto nadie le avisó. En cualquier caso, un cúmulo de despropósitos y, curiosamente, después de firmar unos buenos veinte minutos iniciales. Como se dice ahora, el Mallorca "se fue del partido" después del primer gol y no reapareció hasta los últimos minutos. El resultado es la peor noticia para afrontar el desigual compromiso del sábado en el Camp Nou.