Mientras Joaquín Caparrós trata de inculcar su magisterio a los futbolistas, la competición no da tregua y esta tarde depara una complicada visita al feudo del Atlético de Madrid. La presión es para los locales, que no conocen la victoria en los últimos cinco partidos y suman tres sin marcar gol. El fútbol es cuestión de rachas y el Real Mallorca tratará de que su rival no se dé un respiro a su costa.

Y oxígeno es precisamente lo que necesita Gregorio Manzano. El técnico se reencontrará con su exequipo en unas circunstancias muy precarias. Ya se le ha señalado como el principal culpable de la crisis –más de resultados que de juego– que sufre su equipo. Y una derrota hoy ante el Mallorca abochornaría a la parroquia rojiblanca y le dejaría al borde del precipicio.

Solo un punto separa a ambos contendientes, por lo que en caso de victoria los bermellones superarían a los rojiblancos en la tabla clasificatoria. A Joaquín Caparrós le valdría con repetir las tablas que cosechó la pasada jornada ante el Valencia. El utrerano siempre tiene la calculadora a mano, más en un equipo que se juega una complicada permanencia.

Las lesiones han hecho estragos en la defensa, pero a las bajas de Nunes, Cáceres y Zuiverloon hay que sumar esta jornada las de Martí y Víctor. Bigas y Cendrós se ubicarán en los laterales, mientras que Pina y Tissone formarán en la medular. Caparrós ha convocado al delantero del filial Álvaro Giménez para tener una alternativa a Tomer Hemed durante el encuentro.

Llega sin urgencias clasificatorias el Mallorca al Vicente Calderón, lo que seguro irá en beneficio de unos futbolistas que juegan mejor con el viento a favor que cuando hay que remontar situaciones adversas.

Pero nadie se fía de los problemas de su rival. Falcao –recuperado de una lesión cervical–, Diego o Arda Turan son argumentos de peso para extremar las precauciones. Especialmente a la hora de defender las jugadas a balón parado, donde los rojillos sangran abundantemente este curso.

Los problemas con el gol son además compartidos por ambos equipos. En las siete jornadas disputadas el Mallorca ha anotado seis goles, la mitad de ellos de penalti. Las penas máximas han camuflado una asignatura pendiente que se arrastra desde el arranque liguero.

Gregorio Manzano sigue sin gozar de excesiva popularidad entre el mallorquinismo, pero el tiempo pasa y su presencia en el banquillo rival no ha condicionado la previa del choque como lo hizo hace unos meses cuando entrenaba al Sevilla.

Los bermellones están acomodados en la parte media de la tabla, pero no se pueden dormir. El miércoles reciben al Sporting de Gijón en Son Moix y el sábado afrontan una más que complicada visita al Camp Nou. Un calendario suficientemente exigente como para tomarse muy en serio el encuentro del Vicente Calderón.