­Joaquín Caparrós no se anduvo por las ramas al término del partido. Mostró su satisfacción por el punto obtenido en un estadio y ante un rival tan complicado como el Atlético de Madrid, pero no por la forma de conseguilo. Vio muchas cosas que no le gustaron y que se reservó para comunicarlo a sus jugadores en privado.

"Futbolísticamente el partido no ha sido bueno, por no usar otro calificativo. Nos estamos conociendo, estoy viendo a la gente competir y este partido me servirá para reunir mucha información", señaló el técnico mallorquinista, que no rehuyó las preguntas incómodas, como cuando fue cuestionado por la pobre imagen que ofreció el equipo, sobre todo en ataque: "Durante la semana mis jugadores estaban advertidos de que si superábamos la primera línea íbamos a tener espacios. Los hemos tenido, pero no los aprovechamos", lamentó Caparrós, que también se quejó del penalti cometido por Ramis a poco del descanso: "No nos pueden meter un gol de penalti a falta de cinco minutos para el descanso", comentó. De los penaltis en ambas áreas no quiso opinar: "No hablo de ningún penalti, sóis vosotros los que tenéis que opinar", respondió dirigiéndose a los periodistas que cubrían la sala de prensa.

Caparrós también vio cosas positivas: "El Atlético de Madrid no ha creado muchas ocasiones de gol, lo que tiene mérito porque delante teníamos jugadores de gran calidad. Además, no estuvimos muy desordenados y les hemos tapado las líneas de pase".

Caparrós fue preguntado por si en el Mallorca podía aplicar la misma filosofía de cantera que en el Athletic. "Lo del Athletic es una filosofía distinta a la del Mallorca, que se encuentra en un estado de necesidad. He encontrado gente joven que reúne una característica vital en el fútbol de hoy como es la velocidad. Técnicamente he visto chicos de muy buen nivel y por lo tanto soy optimista", subrayó.

"¿La poca ambición exhibida ayer en el Calderón será la imagen de este equipo durante toda la temporada?", se le preguntó al entrenador sevillano, al que pareció no gustarle mucho que se le inquiriera por este asunto: "Me hubiera gustado traer los tres puntos porque me considero un entrenador ambicioso. Los puntos nos refuerzan para el futuro, y el obtenido hoy (por ayer) tenemos que hacerlo bueno ante el Sporting el próximo miércoles", finalizó Caparrós, que abandonó la sala de prensa seguramente pensando ya en cómo superar al conjunto de Manolo Preciado en un partido que se necesita ganar después de tres empates consecutivos, en Pamplona, ante el Valencia en Palma y contra el Atlético de Madrid ayer. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que el sábado el equipo visita el Camp Nou en una misión que se antoja imposible.