Joaquín Caparrós todavía no ha tenido tiempo para detectar los valores más aprovechables de la cantera bermellona. Pero las circunstancias le obligarán a alinear al filial Pedro Bigas en el lateral zurdo durante el próximo mes y medio. Es el tiempo que necesitará Pablo Cáceres, el lateral titular, para volver a estar en condiciones de vestirse de corto. Kevin García, también lesionado, tiene para cuatro meses después de que fuera intervenido el lunes de una rotura en el recto anterior del muslo izquierdo.

La trayectoria de Bigas es gemela a la de Kevin. Michael Laudrup reclamó al futbolista de Paguera el 18 de septiembre de 2010, cuando le hizo debutar en Primera ante Osasuna para cubrir las bajas por lesión de Ayoze y Corrales, por entonces los laterales zurdos de la primera plantilla.

Y esta temporada le ha tocado el turno a Bigas. El canterano tuvo su debut en la máxima categoría el pasado 1 de octubre, casualmente también en el feudo de Osasuna. Y como Kevin un año atrás, cumplió con nota en uno de los escenarios más exigentes de la Primera División. Ya destituido Laudrup, Bigas le agradeció su debut a Miquel Àngel Nadal.

El fútbol es insondable. Lo prueba el hecho de que esta temporada el joven Bigas estaba predestinado a jugar en Tercera División con el Mallorca B. Allí había vuelto después de jugar la pasada temporada en el Atlético Baleares. Fue titular indiscutible para Gustavo Siviero y le ofrecieron seguir allí. Bigas prefirió volver al Mallorca, pese a que suponía descender una categoría, porque tenía la promesa de que podría hacer la pretemporada con Laudrup. No fue así, pero pudo consolarse con volver a Segunda B cuando el Mallorca compró una plaza.

Ahora, las lesiones de Cáceres y Kevin le han abierto las puertas de la máxima categoría. De él dependerá si se queda en el primer equipo o será un paso fugaz.

La pasada temporada Kevin logró asentarse en la primera plantilla, haciéndose con un hueco en el once titular y desplazando a dos futbolistas experimentados como Ayoze y Corrales. Sin embargo, en el tramo final Laudrup optó por la solidez de Ayoze y el canterano se fue al banquillo.

Este curso Cáceres parece haberle ganado la partida. Pero el fútbol es impredecible. Y si no, que se lo digan a Bigas.