­"Todos estamos arrepentidos, lamentamos esta imagen del Mallorca". Llorenç Serra Ferrer, Jaume Cladera y Utz Claasen comparecieron frente a los medios de comunicación dispuestos a disculparse ante los aficionados en representación del Consejo por el espectáculo ofrecido en los últimos días.

El vicepresidente y máximo accionista abogó en su primera intervención por la cohesión del grupo para dar solvencia al proyecto: "Sólo la unidad de todos los miembros del Consejo hará que el Mallorca sea viable".

De sus públicas discrepancias con Pedro Terrasa, que provocaron el consejo extraordinario de ayer lunes, el pobler señaló: "El compromiso que hemos adquirido es este, pasar página y no mirar atrás. Formo parte de este grupo que somos amigos, al señor Claassen no le conocía pero le he conocido ahora y es un amigo mío ya. Hemos de sacar el club adelante por responsabilidad y sensiblidad hacia el mallorquinismo, que espera mucho de nosotros".

Pese a sus diferencias, recordó que el paso que dio al frente para hacerse cargo del Mallorca fue por la insistencia del director general. "Todos hemos tenido alguna discrepancia en el Consejo, no es una cuestión entre Pedro y yo. El que me presionó para venir al Mallorca fue Pedro, yo estaba en mi casa a punto de firmar por el Betis, y quien me pidió por favor que volviera al club fue él. Aquí estoy", dijo Serra. El director deportivo añadió que trabaja con "ilusión, ganas, fuerza y compromiso", antes de lanzar un mensaje de humildad y unidad: "Hemos de reflexionar para no utilizar el Mallorca de cualquier manera, el club siempre está por encima de todos nosotros. Si creo que debemos trabajar conjuntamente, lo haremos. Tengo que aguantar por convencimiento y tenacidad".

Serra Ferrer, que presumió de haber rebajado la deuda del club en dieciséis millones de euros, se comprometió a no abandonar la entidad hasta que esté saneada: "Cuando el Mallorca esté estabilizado estoy convencido que diremos punto y final, no nos mueve otro interés que ayudar al Mallorca", apuntó.

Por su parte, Jaume Cladera se erigió ante la prensa en el hombre encargado de poner paz. "Las declaraciones son las que se han hecho, no se pueden negar, lo que pasa es que en el Consejo se han dado explicaciones entre nosotros y se han aclarado las posturas. Todos nos hemos pegado alguna vez y nos hemos acabado haciendo amiguetes. Cuando te discutes no es irreversible", puntualizó el presidente.

Cladera se refirió a los motivos de la salida de Miquel Àngel Nadal del Consejo: "Los acontecimientos de las últimas semanas han provocado una situación de incompatibilidad entre su puesto en el organigrama deportivo del club y su posición en el Consejo. Para facilitar la toma de decisiones de carácter deportivo, ha provocado su renuncia en el Consejo, manteniendo su condición de accionista. Nos lo ha dicho en persona. Nadal continuará con la responsabilidad deportiva que consideremos oportuna".

El presidente admitió que mantuvieron diversas reuniones con un grupo inversor suizo interesado en la compra de la entidad, como informó este diario el pasado sábado. "Solicitamos que hicieran una aportación de 30 millones de euros para asegurar el futuro del club y asegurar el cobro del convenio de acreedores. Después hablamos sobre lo que pagarían a los accionistas. Es cierto que ha habido reuniones".

Por su parte, Utz Claasen se mostró satisfecho por las palabras de Terrasa en el Consejo. "Ha hecho una declaración de lealtad sin restricciones, y todos lo hemos aceptado", concluyó.