Gonzalo Castro puede estar viviendo sus últimas horas como jugador del Real Mallorca. Llorenç Serra Ferrer y Pedro Terrassa han diseñado una estrategia que pasa por traspasar al futbolista al Nacional de Montevideo –su club de procedencia– que a su vez lo vendería a algún equipo europeo, satisfaciendo los deseos del jugador. En España, Villarreal y Valencia han mostrado su interés formal por contratar al uruguayo. En caso de que la venta al Nacional se formalice a lo largo del día de hoy, el japonés Aki ocuparía la plaza de extracomunitario que dejara vacante Castro y podría debutar con la camiseta bermellona esta noche contra el Atlético de Madrid. Por si acaso, Michael Laudrup le ha incluido en la convocatoria.

El Mallorca ha tasado al futbolista en cuatro millones de euros y ha pensado venderlo al Nacional de Montevideo debido a que las conversaciones con el Valencia y el Villarreal estaban en punto muerto. El conjunto 'Che' no está dispuesto a pagar tanto por Castro y a cambio ofrecía jugadores. Una opción descartada por el Mallorca por la imposibilidad de hacer frente a la elevada ficha que cobrarían esos futbolistas y que iría a cargo de la tesorería bermellona.

El Villarreal tampoco es una alternativa. Serra Ferrer no tiene la menor intención de sentarse a negociar con el club que instigó para que expulsaran al Mallorca de la Liga Europa y con el que se han roto relaciones.

"Nos interesa hacerle un contrato de modo que juegue en nuestra institución. Depende del caso y de las condiciones económicas, veremos cuánto tiempo podremos retenerlo o no", dijo en declaraciones a Ib3 Televisió Ricardo Alarcón, presidente del Nacional.

La institución bermellona tiene prisa por traspasar a un futbolista que acaba contrato en junio de 2012 –lo que significa que en enero de ese año ya sería libre para negociar con cualquier club– y que cobra una ficha que ronda el millón de euros.

Pero la operación tiene algunas complejidades. El Mallorca fichó a Castro en agosto de 2007 procedente del Nacional de Montevideo por algo más de 4,5 millones de euros, pero a día de hoy todavía adeuda a la entidad uruguaya cerca de dos millones. Esa deuda está incluida en el concurso de acreedores, por lo que en teoría los cuatro millones que demandan los baleares por el jugador no están sujetos a ninguna rebaja. En cualquier caso, no se descarta que los dos clubes puedan pactar alguna fórmula que satisfaga a los uruguayos.

Otro problema es que Paco Casal, representante de Castro, tiene el treinta por ciento de los derechos del jugador, por lo que puede plantear sus propias exigencias en la operación de traspaso. Además este intermediario, famoso por su dureza como negociador, cobra un porcentaje sobre la ficha del futbolista.

Un tercer obstáculo reside en el férreo control de los administradores concursales sobre todos los movimientos del club. Aunque se llegara a un acuerdo con el Nacional y con Paco Casal, la operación se invalidaría si los administradores consideraran que es lesiva para los intereses de la masa de acreedores.

Pese a todas las dificultades, el Mallorca cree que puede cerrar el trato hoy mismo. Hay mucha prisa y la opción del Nacional de Montevideo es la más clara para vender a un futbolista muy costoso para el club y hacer caja mientras siga teniendo un buen cartel. Preocupa además que la mala temporada de Castro y sus últimas suplencias le devalúen en el mercado.

Si la operación fructificase, el Mallorca trataría de inscribir a Aki para que debutara hoy frente al Altético de Madrid, aunque es una posibilidad muy remota por la falta de tiempo material. El nipón ha ganado muchos enteros en las dos semanas que lleva entrenando con el Mallorca y Laudrup quiere hacerle jugar ya.

De todos modos, tampoco sería mala opción que el fichaje mediático de Serra Ferrer debute en el Santiago Bernabéu contra el Madrid el próximo domingo 23.