Se podría decir que el Mallorca es un club de pasado reciente, presente incierto y un futuro por descubrir. Personalizado en la figura de Serra Ferrer, accionista sin mayoría pero si mayoritario, sus apuestas no parecen ser de hoy, sino para mañana. Así cabe entender el fichaje de Akihiro Ienaga, tan desconocido en Europa como de trayectoria discreta en Japón, de donde se ha propuesto salir no como hizo Yoshito Okubo al tener que regresar, sino para impactar.

Sin embargo no debemos olvidar que, aunque en demarcaciones distintas, el internacional con su país es Yoshito y no Ienaga, aunque ambos procedan del Cerezo Osaka y capten una masiva atención de los medios de comunicación japoneses, llamados a mezclarse con los de Dinamarca a partir del próximo mes de enero.

Su llegada condiciona la salida de Castro, probablemente al Atlético de Madrid si fructifican los contactos ya establecidos. Un dilema para Michael Laudrup si tenemos en cuenta la actitud del urguayo en los últimos partidos y, a su vez, para el propio club en el caso improbable de que termine quedándose en Palma. De ser así, todo parece indicar que el nipón tendría que empezar a forjarse y a formar en las proximidades hasta el año que viene.