El número uno del tenis mundial, el español Rafael Nadal, confía en que sea éste el año que mejor nivel alcance en las Finales de la ATP (Copa Masters), con lo que borraría "sin buscar revancha" los malos recuerdos de la pasada edición.

"No soy una persona de revancha, para nada. El año pasado fue mal, pues intentaremos que este año vaya mejor", indicó el mallorquín en una mesa redonda celebrada hoy en un céntrico hotel de la capital británica.

Nadal regresará al torneo que clausura la temporada, y en el que en 2009 fue eliminado antes de semifinales por el ruso Nikolay Davydenko, tras haber ganado este año tres de los cuatro Gran Slam de la temporada.

Nadal explicó que para la Copa Masters, que juntará a los ocho mejores tenistas del momento, en el O2 de Londres entre el 21 y el 28 de noviembre, ha estado entrenando "todo en general, no especialmente el saque".

"También lo he hecho para preparar diciembre y el año que viene. Quiero tener opciones de llegar bien a principio de año", confesó el manacorense, que manifestó una especial preocupación referente a al llamado "Torneo de Maestros": el bote de la bola.

"Aquí la bola está un pelín muerta. Cuesta un poco levantarla, pero lo cierto es que sólo he jugado con set (con el también español David Ferrer) en la pista de entrenamiento", dijo Nadal, al que le gustaría poder "probar algo en la central" antes de su debut el lunes ante el estadounidense Andy Roddick.

Aunque tanto Nadal como su compatriota Ferrer, también clasificado entre los ocho primeros tenistas en el ránking de la ATP, consideran la pista del O2 "ni muy rápida, ni muy lenta", el número uno explicó de dónde surgen las dificultades para él en esa superficie.

Según Nadal, resulta difícil en esa pista sacar perfecto a los rivales: "Si no le pego bien, si no hay botes altos es complicado incomodar al oponente".

Lo que el tenista de Manacor cree que debe hacer en este recinto es esforzarse por elevar la pelota para "evitar que se quede a la altura que les viene bien al tipo de jugadores que llegan aquí".

Pese a todas las barreras y ya superada la tendinitis en el hombro izquierdo que le hizo perderse el torneo de París-Bercy, Nadal confía en que este año pueda ser el que mejor nivel alcance durante las Finales de la ATP, donde todavía no ha conseguido brillar.

No se pudo quitar la chaqueta

Durante su encuentro con la prensa, en el que pidió liberarse de la chaqueta que lucía debido al calor en la sala y no se le concedió tal deseo, el joven jugador opinó además sobre la posibilidad de modificar el actual calendario de la temporada de tenis.

"Para mí, la opción no es acortar el calendario, sino alargarlo pero con un formato distinto", indicó el vigente campeón del Abierto de Estados Unidos, Wimbledon y Roland Garros.

Según él, el cambio más apropiado sería que con el Abierto de Estados Unidos y la Copa Masters se terminaran "los torneos obligatorios" (aquellos que puntúan en el ránking mundial de la ATP).

"Que no se obligue a los jugadores a competir más, pero que también se les dé la opción" es la propuesta de Nadal, cuyo objetivo descartó que sea mantenerse en la primera posición de esa lista, sino "seguir ganando y estando arriba".

El tenista, de 24 años, volvió a demostrar esta tarde que es ahora capaz de disfrutar más de sus logros, después de la experiencia vivida en 2009, cuando atravesó un mal episodio físico y personal.

"Éste ha sido un año fantástico. Seguro que volverá a haber momentos no tan buenos, pero hay que estar preparado para afrontarlo", señaló.

Nadal, encuadrado en el grupo A en esta edición de la Copa Masters junto al serbio Novak Djokovic, Tomas Berdych y Andy Roddick, calificó al conjunto de sus rivales como "muy agresivos", igual que los que le tocaron el año anterior, pero dijo: "Si juego a mi mejor nivel, tendré opciones de hacer algo".