La polémica va camino de convertirse en cuestión de estado en Italia. Si hay dos cosas sagradas allí son la azzurra y Ferrari. El fútbol se estrelló en el Mundial de Sudáfrica y ahora la Scuderia entrega el Mundial a Red Bull con una gravísima decisión errónea, de las que se aprenden en primero de carreras. Toma hasta tintes políticos, con un diputado de la Liga Norte que pide la dimisión del presidente Montezemolo al frente del imperio del Cavallino Rampante. La reacción en Ferrari ha sido sorprendente. Asumen el error sin excusas y miran hacia adelante. El domingo en Abu Dabi nadie en la casa estaba para sonrisas. Se respiraba el drama en cada esquina de la caseta rossa. "Os pedimos perdón, no hay nada más que decir", susurraban desde los canales oficiales del equipo. A Fernando Alonso lo enviaron al matadero en plena carrera. Webber se metió de forma prematura al cambio de neumáticos porque había dañado uno de ellos. Temieron en Ferrari que el australiano les superase en la parte final del Gran Premio y mandaron al español a hacer un marcaje al hombre. Fue un error gravísimo porque a Alonso le buscaron dos rivales, Petrov y Rosberg, que no tenía cuando rodaba en su posición natural. La escudería cerró filas, admitió el error, solicitó disculpas y miró hacia el futuro pensando en mejores finales. En la cadena de toma de decisiones aparece Chris Dyer. El domingo estaba destrozado. No podía disimular. Este ingeniero mecánico australiano es el responsable de todas las decisiones que se adoptan en la pista, por encima de los ingenieros de cada piloto. Un "loco de las carreras" que vive con su mujer, Fiona, en las colinas próximas a Maranello. Dyer, veterano en las carreras, entró en la Fórmula 1 por la puerta que le abrió Arrows en 1997. Llegó a Ferrari en 2001 y se labró fama de trabajador incansable, de estratega infalible y de frío y calculador en sus decisiones. Fue ingeniero de pista de Schumacher y junto a Ross Brawn ideó aquella estrategia mágica de cuatro paradas en Magny Cours que le dio la victoria en 2004. Pese a sus años en Ferrari, sufre mucho con el italiano, aunque lleva impregnados los valores de la casa. Le entusiasma escuchar desde su casa el ruido de los bólidos en la pista de pruebas de Fiorano, cuentan los que le conocen. Ahora Dyer está cuestionado. Se le hace responsable de una decisión tomada en dos minutos personas muy cercanas a Ferrari. Quejas Hay otros que todavía no comprenden cómo ha cometido tal error cuando debía tener la cabeza fría. "Evitan italianos para estas decisiones porque dicen que son pasionales y ahora nos pasa esto con un extranjero", lamentan desde muy cerca del garaje rosso. La polémica seguirá en los próximos días, a pesar de que el equipo sigue con el trabajo en Abu Dabi. Pero será complicado que unas simples pruebas para conocer los nuevos neumáticos Pirelli, eclipsen la pérdida de un Mundial de forma tan lamentable. Fernando Alonso, conocerá las gomas de estreno en su turno del viernes y el sábado.