Fernando Alonso tiene la calculadora apagada. No la enciende para encadenar combinaciones porque su cabeza la ocupan dos situaciones que le harían campeón del Mundo por tercera vez. La victoria, y también la segunda posición, le entregan la corona. Dará igual lo que hagan Webber y Vettel, si por fin Red Bull apueste desde el inicio por alguno de sus dos pilotos.

"No perderé ni un segundo de mi tiempo, nada de mi energía, pensando en lo que pasará el domingo. Tengo muchas cosas que hacer durante el fin de semana y mi único objetivo para la carrera es ganar o terminar segundo. Esa es la meta", explicó el asturiano.

Se multiplican los comentarios sobre los movimientos de Red Bull en la carrera del domingo. Las preguntas son inevitables y las respuestas, ambiguas: "Ya veremos qué pasa, hay tiempo para pensar", amenaza Vettel. "En algunas ocasiones hemos estado muy cerca y no pasó nada bueno, por lo que no se debe repetir eso. Y el resto, ya veremos", añadió el alemán.

La indefinición de la escudería puede costarle a Red Bull el campeonato de pilotos, pero les ha permitido llegar al cierre con el de constructores en el bolsillo. Mark Webber ya podría tener el Mundial si el equipo se hubiese volcado con él. "Con este tipo de estrategias la hemos fastidiado alguna vez, pero también hemos conseguido grandes resultados", dijo el australiano.