Lo del Mallorca y los penaltis va camino de récord. Cuando apenas se llevan disputadas diez jornadas de Liga, los árbitros han castigado al equipo de Laudrup con cinco penas máximas, o lo que es lo mismo, una cada dos partidos. Le sigue en esta dudosa clasificación el Getafe, con cuatro, y el Sevilla, Racing y Málaga con tres cada uno.

Curiosamente, estos cinco penaltis apenas le han costado dos puntos al Mallorca. En la derrota ante el Espanyol en Palma en la séptima jornada, que finalizó con victoria por la mínima del conjunto catalán, y en la del pasado domingo en La Romareda, cuando el equipo acariciaba el empate con el tiempo cumplido.

O los árbitros han estado muy atinados o la defensa mallorquinista arriesga mucho. Salvo el penalti de Martí en Zaragoza, bastante dudoso porque las manos del capitán rojillo son claramente involuntarias, el resto de faltas pitadas en contra del conjunto de Laudrup son bastante claras. Sin duda, la que más, el derribo dentro del área de Ratinho a Soldado en Mestalla al filo del descanso que reflejaba un peligroso 1-2 con toda la segunda parte por delante. Tan diáfano fue que ningún rojillo protestó. Hasta el brasileño se llevó un tirón de orejas de Aouate en una acción que podría haberse evitado. Laudrup le ´castigó´ y Ratinho ya no jugó en la segunda parte.

El concierto de pito en contra de los intereses del Mallorca empezó en la segunda jornada, en El Molinón, cuando el catalán Estrada Fernández vio unas manos de Nunes dentro del área, lo que supuso sentenciar el partido para el Sporting, que ya ganaba por la mínima.

En la cuarta jornada, en San Mamés, Teixeira Vitienes también acierta en otras manos de Nunes. Fue el 2-0 para el Athletic en el comienzo de la segunda parte. Aún marcaría un tercero en el último minuto.

En la séptima jornada fue Undiano Mallenco el que acertó al decretar como pena máxima un derribo de Kevin a Luis García, en la única derrota en Palma hasta el momento. A la semana siguiente, el ya mencionado de Ratinho, que afortunadamente para los intereses del conjunto mallorquín, se quedó en anécdota ya que los de Laudrup se llevaron los tres puntos.

El quinto y, hasta el momento, último penalti señalado contra el Mallorca fue el pasado domingo en Zaragoza. Paradas Romero fue demasiado severo, no sólo por pitar como penalti unas manos involuntarias de Martí, sino porque la acción se produjo en el minuto 95, cuando el árbitro había decretado cuatro minutos de prolongación.

En cualquier caso, y dejamdo al margen el acierto de los árbitros con el Mallorca, tanto penalti en contra sugiere, entre otras cosas, que el equipo defiende al límite, un riesgo demasiado grande y que está costando muy caro.