El Schalke se sacudió este viernes de la crisis y abandonó al menos provisionalmente las plazas del descenso al golear por 3-0 al St. Pauli con dos goles de Raúl y uno del holandés Klaas-Jan Huntelaar en una noche en que, por momentos, pareció que el equipo al fin empieza a encontrar el fútbol que andaba buscando.

En vísperas de perderse el primer derbi frente al Atlético en dieciséis temporadas, Raúl reivindicó su condición de goleador con dos tantos, acompañado de otro ex madridista, Huntelaar.

El ex atlético José Manuel Jurado, mientras, fue sustituido en la segunda parte, tras haber jugado unos correctos primeros 45 minutos, cuando el entrenador Felix Magath optó por darle paso al brasileño Edú y poner en el campo un tercer delantero.

La manera como se generó el primer gol de Raúl dio una idea de lo que podría ser el Schalke en esta temporada y del fútbol que quiere mostrar su entrenador Felix Magath.

La jugada, en el minuto 14, se originó en el centro del campo, con un pase de Jurado al peruano Jefferson Farfán que la tocó de primera para que el japonés Uchida ganase la raya de fondo y metiera el centro que Raúl capitalizó con un remate dentro del área chica.

Ahí, cerca de la portería, es donde Magath quiere tener a Raúl, asociado al holandés Klaas-Jan Huntelaar.

Sin embargo, muchas veces el Schalke es otra cosa: un equipo con demasiada distancia entre las líneas lo que, con frecuencia, lleva a Raúl a retrasarse demasiado, buscando los balones que no le llegan y desgastándose excesivamente en el centro del campo.

Este viernes, la divisa era salir de ese problema, unir más las líneas y tratar de aprovisionar de balones a Raúl y Huntelaar.

Por momentos, el plan funcionó, El Schalke fue desde el comienzo el equipo que más atacaba y que jugaba el fútbol más coherente.

Sin embargo, atrás con demasiada frecuencia otorgaba ventajas y el St.Pauli tuvo dos ocasiones para empatar, una en la cabeza y otra en los pies de Dennis Naki.

Para lograr la tranquilidad, el Schalke necesitaba el segundo gol y éste llegó, en el minuto 53, con un remate de cabeza de Huntelaar tras un saque de esquina.

A más tardar, a partir del gol de Huntelaar, el Schalke ganó seguridad y las cosas empezaron a funcionar no sólo en el ataque sino también en la defensiva.

Las aproximaciones del St.Pauli al área se hicieron cada vez más extrañas mientras que el Schalke, con un Raúl bastante activo, fabricaba ocasiones y hacía que el 3-0 pareciera más cercano que un posible 2-1.

Huntelaar y Uchida estuvieron cerca y al final, en el 80, Raúl lo logró, otra vez con un remate dentro del área chica a centro de Lukas Schmitz.

Pero, más importante que los tres puntos que el Schalke necesitaba urgentemente, fue la sensación de que el equipo está vivo. Eso se vio en las celebraciones, como cuando tras el primer gol Raúl corrió al banquillo a abrazar a sus compañeros, o en la salida del campo de Jermaine Jones, que fue despedido con muestras calurosas de afecto de sus compañeros.