Encadenar cinco victorias en Mallorca no es fácil. Niky d´As Pont, de la mano de Toni Riera ´Prim´ –quien ayer conquistó tres triunfos–, lo logró con su éxito en el ´Premi Diluvi´, la especial para nacionales de la reunión del Hipòdrom de Manacor. Una cita que disfrutó de una importante respuesta por parte de la afición y cuyas nueve carreras se disputaron sobre una pista pesada, pero en condiciones aceptables.

Una vez más, y ya van cinco, Niky d´As Pont dominó de punta a punta la especial y marcó la diferencia con sus notables rivales en una última recta, en la que nadie se mostró capaz de discutirle la victoria. Así como se registró el triunfo redondo del representante de la cuadra de los Hermanos Muntaner. Un repóker del hijo de Ambassador Fortuna. Un caballos que en los últimos meses ha demostrado una extraordinaria recuperación de la mano de Mateu Riera ´Prim´, quien ayer no lo pudo dirigir en carrera por sanción federativa.

El caballo menorquín comandó cap i corda el pelotón a lo largo de toda la carrera, imprimiendo un ritmo selectivo de 1:17 sobre los 1.725 metros del ´Premi Diluvi´.

Víctimas notables

Oh Deco SB, en segunda posición desde los primeros compases, y en esta ocasión guiado por Joan Bauzá, fue el único capaz de acercarse a la posición de Niky d´As Pont, al igual que Neu de Font, atacando desde atrás, aunque sufrió una fatal desmontada a inicios de la penúltima recta que provocó su distanciamiento. Una resolución que también se dictó en contra de los intereses de Senyor des Bosc.

Con Oh Deco SB terminando en segunda posición, Magistral tuvo que superar por la cuerda a N´Atas Twist para hacerse con la tercera plaza, mientras Lucky Lou concluía quinto, por delante de Lex MF y un Martiks Blai, en última posición, que da síntomas de un pésimo momento de forma.

En la otra especial de la tarde del Municipal, la reservada para los mejores importados, Guillem Andreu aprovechó para rematar su extraordinario fin de semana, al hacerse con su séptima victoria del programa de Tots Sants. Un set que es Moro cuadró a las riendas del francés Le Bijou de Bootz, disfrutando de una apoteósica recta final, tras someter a un duro marcaje a Mystere du Lahme, que terminó completamente desfondado.