Pocos daban un euro por el Palma Volley tras ver la primera manga del choque ante el Unicaja. Pero Gilman Cao no cesó en su empeño de plantar cara al reciente campeón de la Supercopa.

Los mallorquines creyeron que podía dar un susto a los andaluces y la remontada se fraguó nada más iniciarse el segundo parcial. El Unicaja bajó sus prestaciones en el saque y la recepción palmesana empezó a rayar a buena altura. Por otro lado Gevert se metió en el partido y Pedro Rangel volvió a confiar en sus centrales.

Tras igualar el encuentro el Palma Volley empezó a coger definitivamente la batuta. El Unicaja sólo se sustentaba con las acciones de Ibán Pérez, mientras que el Palma se hacía cada vez más grande en la defensa, sin duda una de las claves de la victoria.

El Unicaja se mostraba cada vez más herido en la pista. Su bloqueo era errático y poco efectivo y en ocasiones necesitaba hasta tres ataques para lograr el punto.

Muñoz, el resucitador

Pero por si fuera poco la que le estaba cayendo al Almería, Cao tenía otro as en la manga. Raúl Muñoz, el último en llegar, resucitó al equipo en los momentos complicados. Su salida en el saque proporcionó los puntos necesarios para dar la vuelta al encuentro. Ya lo hizo en los sets anteriores, pero fue clave en el quinto set con el 9–12, remontando hasta el 13–12 y dejando el camino franco para rematar el encuentro.