En el fútbol, como en la vida, las costumbres son importantes. Y deben respetarse. Un partido en lunes, sea la final del Mundial de fútbol o la primera jornada de Tercera Regional, suena extraño. Como si se hubiera suspendido el fin de semana por lluvia o algo así. Con medidas como la de programar un encuentro en el primer día de la semana se aleja a los aficionados de las gradas y las acerca al sofá de sus respectivas casas. Menos pasión y más dinero en el bolsillo de las plataformas televisivas. Normalmente la gente tiene libre el fin de semana, por lo que lo lógico es que disfrute de más tiempo para ir a los estadios con los suyos. En lunes es mucho más difícil, aquí y en China. No puede ser, además, que una jornada se inicie un sábado a las 18 horas y concluya más de tres días después.