No se le acaba el fuelle a un Real Mallorca que en su estreno liguero y ante el Real Madrid por testigo prometió prolongar la excelente trayectoria de la temporada pasada. Se han ido futbolistas de talla, ha llegado una nueva propiedad y el banquillo cuenta con otro inquilino. Pero esta plantilla conserva intacta la profesionalidad que le llevó a conquistar la quinta plaza. Un equipo joven, descarado y valiente estropeó la puesta de largo del nuevo Real Madrid de José Mourinho arrancándole un empate sin goles. Y todo ello en presencia de un Florentino Pérez que seguramente no pudo evitar rememorar otras pesadillas vividas en Son Moix.

No tuvo miedo ni el Mallorca ni Michael Laudrup. El técnico danés hizo debutar en Primera División a Pereira y a Pau Cendrós y se apoyó en otros novatos como Pina, Sergi Enrich y un inmenso Emilio Nsue. Nunes, Martí y un poderoso Aouate hicieron posible la proeza.

Arrancaba la Liga de dos en Son Moix y el Mallorca quiso oponer algo más que ganas y buena voluntad. Esa amalgama de novatos en la categoría y recién llegados al fútbol español aceptaron la batalla sin complejos e hicieron encallar a un rival que empezó víctima de la apatía y acabó presa de la desesperación después de mil batallas perdidas contra Aouate.

Bien prietas las filas, el conjunto de Laudrup tejió una espesa red de futbolistas que derrocharon solidaridad para asfixiar a su rival. El Mallorca rayó en la perfección en el capítulo defensivo, pero no se limitó a protagonizar un encomiable ejercicio de resistencia. La noche estaba para otra cosa e incluso se vio bastante de ese fútbol de toque con el que debería distinguirse el conjunto del técnico danés.

El Madrid se embarulló durante la primera parte dibujando un conjunto de acciones ofensivas rutinarias que apenas intimidaron. Únicamente Higuaín estuvo cerca del gol cuando a los ocho minutos aprovechó un enorme hueco abierto en medio de la defensa bermellona para plantarse frente a Aouate. Pero el israelí se crece en los momentos de emergencia y desbarató la ocasión del argentino.

Cristiano Ronaldo lo intentó minutos después con dos tiros que salieron desviados y ahí se agotó el caudal ofensivo de los blancos en la primera parte.

En el Mallorca Nsue fue una pesadilla para Marcelo en la banda derecha mientras Víctor y Enrich, la pareja atacante que salió de inicio, se movían a la espera de aprovechar algún balón perdido.

Abrió fuego Nunes cuando a la salida de un córner cabeceó un balón que encontró las manos de Casillas. Gonzalo Castro tardó en entonarse, pero cuando lo hizo generó dos claras ocasiones. En la primera su disparo rozó el palo izquierdo de Casillas. Dos minutos más tarde sirvió un centro que Nsue remató desviado.

Un cabezazo a bocajarro de Víctor a los cinco minutos de iniciarse la segunda mitad hizo saltar las alarmas en el equipo visitante. Nada estaba saliendo según el guión previsto en el manual de Mourinho y el luso se vio forzado a arriesgar dando entrada a Benzema y a Özil tras el descanso.

Pero faltaba lucidez. Benzema e Higuaín parecían estar muy lejos de Son Moix y solo a Cristiano se le encendía la bombilla para amenazar la portería de Aouate. Ambos futbolistas ofrecieron un hermoso duelo del que siempre salió ganador un portero ilimitado. Para el recuerdo quedan los dos balones que le sacó al portugués cuando en el banquillo blanco ya se cantaba el gol.

El Mallorca presentó alternativas en una segunda parte muy abierta. Nunes pudo haber dado el gran golpe si la mano de Casillas no se hubiera encontrado con su remate. Y Pina pudo haber tenido su debut soñado si hubiera dirigido mejor una potente volea que se fue por encima de la meta blanca.

El último cuarto de hora fue de un Madrid poseido por la ansiedad. Higuaín, Sergio Ramos y Benzema en el último minuto rozaron la victoria, pero enfrente había un seguro de vida, el Aouate de las mejores tardes.

La apuesta por la juventud y la inexperiencia era arriesgada, pero por lo visto ayer el mallorquinismo puede darse un chute de confianza. Quedan dos semanas por delante para afinar conceptos, pero esto promete.