El Real Mallorca acogió con sorpresa el hecho de que la juez Encarnación García no propusiera el nombramiento de un representante de Hacienda como administrador concursal. La designación de un supervisor de la Agencia Tributaria no habría supuesto gasto alguno para el club, que no tendría que haberle pagado una retribución por sus servicios. En cambio, sí habrá que pagar a Delta Sport, el administrador concursal propuesto en representación de los acreedores.

La sorpresa fue mayor porque la Agencia Tributaria es el máximo acreedor del club, con veinte millones de deuda. El fisco, como acreedor preferente, no estará sujeto a la quita y la espera, por lo que cobrará toda la deuda.

Delta Sport, cuyo administrador es Armin Karg, era la empresa proveedora de material deportivo de la marca Reial, hasta que el club decidió darle la concesión a Makron. Asimismo, Delta Sport, a la que se adeudan 200.000 euros, trató de embargar la taquilla del Mallorca-Madrid.