Será cuando el Real Mallorca sume los 43 puntos que le garanticen la permanencia matemática en Primera División. Mateu Alemany pedirá a Gregorio Manzano que incorpore a futbolistas de la cantera para que empiecen a foguearse de cara a la temporada 2010-2011. El concurso de acreedores dejará a la plantilla sin sus efectivos mejor pagados y deberán tomar el relevo los jóvenes de la cantera.

Pero el propietario no quiere esperar al verano. Cree imprescindible ganar tiempo de adaptación para que los filiales entren en contacto con la máxima categoría esta misma temporada y está dispuesto a activar el desembarco de manera inminente. Aunque deberá vencer la más que segura resistencia de Gregorio Manzano, muy poco dado a contar con los canteranos salvo emergencia. En cualquier caso, el hecho de que el Mallorca B no tema por la permanencia en la categoría de bronce puede facilitar las cosas.

Sergi Enrich y Tomás Pina ya han jugado unos minutos esta temporada. Joan Guillem Truyols fue recientemente convocado. Alberto López, Ximo y Sergio Tejera no han tenido contacto con el primer equipo esta temporada, pero son claros candidatos a incorporarse al primer equipo una vez el Mallorca haya sellado la permanencia. Subir a otros futbolistas como Paco Vázquez plantearía algún problema. El central tiene más de 23 años, una edad que le impediría volver a bajar al filial según marca el reglamento federativo.

La participación activa de futbolistas del Mallorca B en la plantilla supondría relegar a los jugadores bermellones que menos protagonismo han tenido esta temporada –caso de los cedidos Mattioni y Pezzolano, que abandonarán la entidad en verano–, además de desplazar a un segundo plano las aspiraciones del Mallorca de clasificarse para una competición europea. Los dirigentes del club dudan de que disputar la European League sea rentable y con la institución bermellona sumida en un proceso concursal jugar fuera del campeonato doméstico parece, como mínimo, arriesgado.

Con esta maniobra Mateu Alemany pondría la primera piedra para transformar radicalmente un vestuario en el que abundan las fichas de lujo que suponen una carga insoportable para el club. A los jóvenes del filial que empiecen a ganar experiencia esta misma temporada se les unirán Emilio Nsue, Pau Cendrós y Martí Crespí, todos ellos cedidos esta temporada en equipos de Segunda.

No habrá dinero para fichajes de relumbrón. Los administradores concursales impondrán una espartana política de contrataciones –si es que las hubiere–, al tiempo que negociarán la venta o la rescisión de los contratos del grueso de los futbolistas que configuran la plantilla actual, además del cuerpo técnico que encabeza el propio Manzano. Es la hora de los canteranos.