Rafa Nadal, número dos del ranking mundial, reconoció sentirse "triste" tras cosechar ante el serbio Novak Djokovic su tercera derrota (7-6(3) y 6-3) en el 'Barclays ATP World Tour Finals', que se está disputando en el O2 Arena de Londres, aunque desmintió sentirse "decepcionado" por sus resultados.

"Lo estaría si hubiese llegado aquí con grandes esperanzas de ganar, pero no es el caso, no tenía esa sensación. Sabía antes de jugar el torneo que sería realmente duro", aseguró Nadal, que no ha podido vencer ni un solo set en sus tres compromisos en la capital inglesa.

No obstante, el manacorí apuntó que siempre intentó "dar lo mejor" sobre la pista, a pesar de la falta de ritmo y la entidad de los rivales.

"Lo intenté, dí lo mejor de mí y creo que mejorado un poco pero así es el tenis, he estado jugando contra los mejores del mundo y no me resultó suficiente sobre esta superficie", valoró Nadal, que podría perder su condición de número dos mundial si Djokovic acaba reeditando el título logrado el pasado año.

Nuevo objetivo: la Davis

Dejando de lado el torneo de 'maestros', de ingrato recuerdo para el español, Nadal se refirió a la disputa de la próxima final de la Copa Davis, que tendrá lugar en el Palau Sant Jordi de Barcelona del 4 al 6 de diciembre.

"Quiero terminar el año ganando, es una gran motivación para mí, tengo la oportunidad de jugar bien sobre la tierra batida y ganar algo importante para mi país y para mis compañeros", explicó.

Sin embargo, el balear es consciente de la dificultad de conquistar la cuarta 'Ensaladera' para el tenis español. "Estoy seguro de que será una final difícil, además el cambio a jugar en tierra también será grande", concluyó.