El Sevilla se quedó a un paso de cumplir su objetivo de ser primero del Grupo G, tras perder en el estadio Ghencea, de Bucarest, ante el Unirea Urcizeni, en la penúltima jornada de clasificación de la Liga de Campeones.

Le faltó al equipo hispalense su capacidad goleadora, pese a disponer de diversas y claras ocasiones, ante un rival muy compacto y aguerrido que se jugaba muchas de sus posibilidades de estar en la siguiente fase de la Liga de Campeones y que, además, se vio favorecido por un autogol de Dragutinovic.

Y es que pese al control de los sevillistas, ya en el ocaso del primer tiempo Dragutinovic, en una jugada desgraciada, ya que los adversarios estaban un poco alejados, al tratar de despejar el balón tras una falta, batió a Javi Varas.

Con el marcador a favor de los rumanos, el juego en el segundo tiempo fue más trabado, con un Sevilla que fue dominador y un Unirea que mantuvo su intensidad en el juego, pero siempre limitado técnicamente.

El argentino Perotti, uno de los revulsivos de Manolo Jiménez, tuvo la ocasión de empatar, en el minuto 81, en una incursión que neutralizó el meta Arlauskis.

Los últimos minutos fueron de mayor insistencia del Sevilla en pos de, al menos, el empate, ante un rival que decidió atrincherarse en su parcela para defender como oro en paño su mínima, pero valiosa, renta. Kiko, en un mano a mano con el meta Arlauskis, tuvo la penúltima opción, que desbarató el meta rumano; mientras que Luis Fabiano mandó al limbo, un minuto después, su oportunidad.

UNIREA 1: Urziceni: Arlauskis; Bordeanu, Maftei, Galamaz, Brandán; Varga (Semedo, m. 88), Frunza (Tiberiu Balan, m .64), Mehmedovic, Ricardo Vilana (Paduretu, m. 92), Apostol; y Bilasco.

SEVILLA 0: Javi Varas; Konko, Sergio Sánchez, Dragutinovic, Navarro; Jesús Navas, Zokora, Lolo (Renato, m. 62), Diego Capel (Luis Fabiano, m. 62); Kanouté y Negredo (Perotti, m. 70).

GOL: 1-0, Dragutinovic, en propia puerta (m. 44).

ARBITRO: Tom Henning Ovrebo, de Noruega. Mostró tarjeta amarilla a Ricardo Vilana, Apostol, Jesús Navas, Galamaz y Maftei. El terreno de juego estaba en deficientes condiciones y el partido se disputó en noche fría, ante 15.000 espectadores.