Gregorio Manzano mantiene un discurso conservador pese a que el equipo puede cerrar media permanencia en caso de ganar domingo al Almería en Son Moix. El Mallorca ocupa la sexta posición, pero el preparador andaluz prefiere mirar hacia abajo. Manzano está prevenido contra un exceso de confianza que pueda dar al traste con la buena racha de resultados. Y tampoco se fía del Almería, el próximo rival a batir. "Es un equipo complicado, nuestros partidos contra ellos no han sido cómodos. Vienen tranquilos en la clasificación y la referencia que tenemos son los tres partidos que han jugado fuera de casa", dijo el técnico de Bailén.

"Suman tres derrotas por la mínima, un empate en el Calderón y ganó en Málaga. Nadie les ha superado por más de dos goles, son fuertes atrás, con trabajo en medio campo y velocidad en ataque", avisó el preparador andaluz.

En caso de victoria, el Mallorca alcanzaría la barrera psicológica de los veinte puntos, la mitad de los cuarenta que teóricamente dan la permanencia. "Conseguir tres puntos supone casi el cincuenta por ciento del objetivo principal en la jornada once, y además seguir esa racha tan bonita en casa. A ver si podemos continuar esa estadística", subrayó Manzano.

"Tenemos que sumar y abrir más brecha con los equipos de abajo, y eso nos permitiría tener un colchón de puntos importante", añadió el técnico, Gregorio Manzano recupera para este partido a Aritz Aduriz tras un mes de baja por lesión. "Estará convocado sí o sí, pero aún no sé si jugará de inicio o en el transcurso del partido, todavía le tengo que dar un par de vueltas todavía a la alineación".

Sofocado el ruido de los despachos con la llegada de Mateu Alemany, Manzano quiso pasar página al turbulento mandato de Javier Martí Asensio. "Es una asunto que va por cauces judiciales y me da igual lo que pase porque ya no incide en el primer equipo. No voy a gastar más energía en ese tema", zanjó el técnico.