Rafel Nadal, número 2 del tenis mundial, repasa los momentos difíciles, dentro y fuera de las pistas, que le ha tocado vivir esta temporada, entre los que señala el divorcio de sus padres y anticipa, también, un torneo "duro" la próxima semana en Londres, en la Copa Masters.

En una entrevista concedida en un hotel de París –donde ha disputado el torneo de París-Bercy, el último Masters 1000 de la temporada, y que ganó el serbio Novak Djokovik– al diario británico The Guardian, el manacorí vuelve, entre otros asuntos, a elogiar a su gran rival, el suizo Roger Federer y actual número 1 del ránking de la ATP. El mallorquín recuerda que ha pasado los momentos "más importantes" de su carrera jugando con el helvético y que sienten, el uno por el otro, "un gran respeto, tanto dentro como fuera de las pistas".

Nadal ha ganado 13 de los 20 partidos disputados con Federer; y 5 de las 7 finales de Grand Slam. No obstante, el de Manacor admite que ha vivido un año complicado en el que perdió, por ejemplo, esa primera posición en el ránking de la ATP y en el que una recurrente lesión de rodillas le impidió disputar Wimbledon, su torneo favorito. "Todo el mundo tiene momentos duros y este año a mí me vinieron desafortunadamente en los torneos más importantes en las peores condiciones posibles. Siempre se tienen altos y bajos", explica el jugador.

Aunque Nadal comenzó el año ganando el Abierto de Australia 2009, el mallorquín sufrió en los siguientes meses momentos bajos mientras Federer volvía a recuperarse.

El helvético ganaba su decimocuarto ´Grande´ en París para, tres semanas después, encadenar su decimoquinta victoria en Wimbledon, torneo en el que Nadal ni siquiera pudo participar por su tendinitis.

"Fue un momento duro para mí –recuerda el isleño–. No podía jugar Wimbledon y es mi torneo preferido. También pierdo en Roland Garros y tengo unos cuantos problemas personales. Se juntó todo y fue muy duro". Además, admite que el divorcio de sus padres supuso "un cambio importante" en su vida y apunta que durante un mes estuvo "fuera de este mundo". "Ahora estoy bien, pero necesitas tiempo para aceptarlo. Y es más difícil si estás fuera de casa y no sabes lo que está pasando. Al menos –concede– la lesión me dio tiempo para estar con mis amigos y mi familia".

Nadal también anticipa a este diario un torneo difícil en la Copa Masters, que se celebrará por primera vez en la capital británica la próxima semana y donde se reunirán las ocho mejores raquetas del mundo. "Jugar en el O2 será duro porque para mí es la superficie más difícil, pero intentaré hacerlo lo mejor posible", comenta el español.

Reencuentro con Federer

Además, su reunión con Roger Federer en suelo británico traerá, sin duda, recuerdos de la final disputada en 2008 con el helvético en el All England Club que ganó el tenista manacorí y para muchos, uno de los mejores partidos de la historia de este deporte. "Si hablamos de lo que (ese partido) significó para mí, probablemente se trata de mi mejor momento", reconoce. Nadal únicamente se ha enfrentado a Federer dos veces esta temporada, la primera en el ya lejano mes de enero, en la final del Abierto de Australia, y en la final del Master 1000 de Madrid.

También da su opinión sobre la polémica autobiografía de Andre Agassi, en la que el estadounidense admite haber consumido "cristal" y en la que asegura que "odia" el tenis. "Creo que es imposible estar en el circuito durante 15 años y odiar el tenis. Siempre vi jugar a Andre con motivación y con pasión", observa el número 2.

En cuanto a la confesión de Agassi sobre su consumo de drogas, Nadal afirma que no quiere "criticar" al americano por haber tomado cristal pero apunta que "todo el mundo debe ser tratado de la misma manera". "Sólo porque sea Andre Agassi no debería librarse de una sanción. El tenis es un deporte duro. Hay muchísima competitividad durante todo el año y juegas solo", dice.