Nadal se mantiene como número dos. Del mundo, claro, no del patio de su casa. Conviene recordarlo para no minimizar la gesta y reducir a barro un pedestal de oro ganado a pulso y, tal vez, a costa de su desgaste físico. ¿Volverá a ser número uno? Bueno, tampoco lo ha vuelto a ser Carlos Moyá después de su efímero reinado y nadie ha puesto el grito en el cielo. A Federer tampoco le queda mucho, un año más a lo sumo, y no por ello deja de ser digno de admiración. Rafa ha sido un dios prematuro, hijo y víctima de la velocidad con que la sociedad crea y devora a sus ídolos. Pero aún está ahí y ya sin presión ni necesidad. Bonito mientras dure, dura o haya durado.

de construcción a ritmo de tango. Tampoco Maradona es quien fue, ni lo será. Sobrevive a sí mismo gracias a la caridad de Grondona, el presidente de la AFA, y su capacidad para ganar batallas después de muerto, como pierde partidos, vivo pero sin colear, en los banquillos. Le asocian a la filosofía de Bilardo, todo un contrasentido en quien vivió de su habilidad y técnica, pero nunca de su físico. Su picardía en el terreno de juego no encaja con su escasa inteligencia desde la banda. La FIFA ha castigado a un ídolo caído, que expresa en voz alta sus frustraciones ocultas, al servicio de un Mundial imposible para mayor enriquecimiento de sus jueces.

margarita sin hojas. Regresemos al hogar, dulce hogar. Mateu Alemany se ha matriculado para septiembre después de haber suspendido los exámenes de junio. Obtuvo matrícula de honor en todos los parciales para suspender en el examen final. Merece, no obstante, esa oportunidad. Bartomeu Vidal, su presidente, o no, ocupa un sillón apetecido pero nada apetecible. Ascendió al patíbulo de la mano de sus propios clientes al confundirlos con amigos, un error imperdonable en el siglo XXI cuando hay rivales, que no enemigos, incapaces de mezclar "el Mallorca es un sentimiento" con el Mallorca es un concurso de acreedores. Los Mingarro venían a gestionar un déficit y no a defender su inocencia. Vidal se enfrenta a la defensa de un déficit y a la gestión de su inocencia.

imbatidos. Los obreros se mantienen al margen de los problemas de la fábrica. El producto es impecable. Lo más honesto del Mallorca se encuentra en el campo. El primer equipo, sexto en liga y en los octavos de final de la Copa. El filial sumó ayer por la mañana su décimotercera jornada sin perder. Es injusto que el drama de los despachos relegue a un segundo plano el sacrificio con éxito de los profesionales más y menos jóvenes. Los discípulos de Jaume Bauçà, segundos en la tabla a un punto del líder, permiten soñar con un equipo en primera división y otro en Segunda ´A´. Una garantía de futuro dimanada de un presente tan incierto. ¡Bendita incoherencia!

opciones y realidades. En fin, el día a día se forja a dentelladas de lo que es sobre el esqueleto de lo que pudo ser. Vivimos al segundo porque un minuto es una eternidad. Leí a un gurú que, globalizada la economía, es preciso globalizar la política. No sé si será posible globalizar el fútbol. Un equipo puede convertirse en una réplica de la ONU, un invento del Deportivo que han seguido los más grandes clubs del planeta. Pero la identidad de los templos donde se ejercen los ritos de la nueva religión es irrenunciable. El dinero se pierde con amantes, pero no se tira en limosnas. Y la santa, con perdón, que nadie se la toque a nadie. ¿Capisce?