Mateu Alemany, desde las nueve de la noche de ayer nuevo propietario del Real Mallorca en sustitución de Javier Martí Mingarro, realizó, 95 días después de abandonar el club, un ejercicio de autocrítica y reconoció que se había equivocado al vender su paquete accionarial a la familia Martí: "Todo el mundo se equivoca y yo lo acepto", afirmó Alemany, que también dijo que había aprendido la lección para una futura venta de sus acciones: "He aprendido muchas cosas, pero puedo asegurar que la próxima vez no me equivocaré".

Frente a una expectación mediática como en las grandes ocasiones, Alemany, que compareció ante la prensa acompañado de Joan Buades, en calidad de abogado personal del nuevo propietario, repitió el mismo discurso que pronunció el pasado 15 de enero, cuando se hizo con la mayoría accionarial de la entidad, hasta entonces en poder de Vicenç Grande. Así, fijó sus objetivos en proporcionar "estabilidad social, deportiva y económica al club", aunque reconoció a continuación que "si no hay una aportación financiera externa" se hace muy difícil manejar el día a día de la entidad.

No descartó que el club vaya a un concurso voluntario de acreedores, "aunque la idea es evitarlo. Haré lo mejor para la entidad", añadió, sin dar más explicaciones sobre una posibilidad a la que el club parece cada vez más abocada.

Con apariencia tranquila y apoyado por Buades en los asuntos más farragosos, Alemany no quiso o no supo contestar cuándo cobrarán los jugadores y los diferentes estamentos de la entidad: "Primero vamos a estudiar dónde estamos", dijo.

Alemany se mostró contundente cuando se le preguntó si el proceso de venta del club lo pondrá en marcha de forma inmediata o, por el contrario, lo aparca. "En este tema actuaré bajo un principio básico", explicó, "y es que la venta de las acciones no se tratará hasta final de temporada. No abriré ni escucharé ninguna oferta que pueda llegar hasta finales de mayo, cuando finaliza la competición". Es por eso que, posteriormente, se negó a hablar de Serra Ferrer o de Carlos González –"no tengo nada que decir de este señor, aunque a él sí parece que le gusta mucho hablar de mí"–, dijo, en un tono irónico.

El abogado andritxol, que ante el bombardeo de preguntas reclamó un par de botellas de agua, mostró su sorpresa por la falta de compromiso de Martí Mingarro, a quien en la presentación del pasado 7 de agosto definió como una persona seria. "El gran compromiso de la familia era hacerse cargo de la viabilidad del club. Su gran activo era su potencial financiero. Habían perdido credibilidad, y lo que me han dicho es que no han sido capaces de afrontar este compromiso". Preguntado sobre si se había informado de a quién vendía el pasado agosto, Alemany remitió a que se viera "la trayectoria de la familia Martí Mingarro en internet. Creo que no había dudas por parte de nadie, ni tan solo de la prensa, de la seriedad de estas personas". Se congratuló de que "para suerte de la entidad se ha podido rectificar, no siempre se tiene la oportunidad de rectificar un error. Hay que conseguir que estos tres últimos meses desaparezcan de la mente de los aficionados".

Alemany, que dio a entender que en el proceso de resolución del contrato no ha devuelto el cobro de 500.000 euros del primer pagaré, se comprometió a hablar "con todos los acreedores porque la entidad ha de dar siempre la cara". La gestión de Javier Martí Asensio no la quiso valorar, pero le envió un mensaje: "Tengo que ver los papeles", finalizó.