La crisis ya ha alcanzado el vestuario. Cuando justo después del fin de un partido los jugadores sorprenden con declaraciones que nada tienen que ver con lo sucedido sobre el terreno de juego, es que por sus cabezas rondan preocupaciones más hondas que las que les produce el balón. El Nou Camp era el escenario adecuado y el Barça el enemigo perfecto porque la derrota es lo más natural. La impertérrita y tozuda presencia de Javier Martí Asensio en el palco presidencial fue una prueba más del desconocimiento, la falta de cintura y seguramente lapsus mentales más graves del todavía consejero delegado del Mallorca.

de madrid al cielo. Algunos afirman que es un proverbio chino y otros que lo dijo Napoleón, como casi todas las frases tan célebres como tópicas, no por ello menos didácticas, que ilustran nuestra gramática. Si tu hijo tiene hambre, enséñale a pescar pero no le des pescado. A Javierito le gusta el fútbol y papá Mingarro no se ha ocupado de enseñarle el negocio, que también ignora, sino que le ha comprado un club sin investigar siquiera el calibre de sus colaboradores. Una consola para la ´play´ o un simulador para el portátil le habrían salido mucho más baratos sin dejar por el camino efectos impagados, nóminas y salarios desatendidos y familias muy inquietas. Su tío, culto y antaño prestigioso, no ha entendido algo tan viejo y simple como que el fin no justifica los medios. De Madrid al cielo... o al infierno.

grandioso. "Ser el segundo del mundo en cualquier cosa, en cualquier especialidad, es algo muy grande". Lo dijo ayer Jorge Lorenzo, el año pasado el mejor ´rookie´ y éste subcampeón a la sombra de Rossi, alargada como un ciprés. El mallorquín, como Nadal, también vivió la separación de sus padres sin ver afectada su trayectoria. Es más, añadámosle el divorcio de su manager, el mal recibimiento de Pedrosa y los celos de su compañero de equipo. Si Federer, humillado ante sus fans por Djokovic en Basilea, no es humano sino tenista, el piloto palmesano de GP se prolonga en sus extremidades motorizadas. Sólo necesita gasolina para regar nuestro desierto.

las barbas de tu vecino. Por no apartarnos de los tópicos, recuerden dónde leyeron antes que Abel Resino tenía los días contados en el banquillo del Atlético. Fue tras la segunda jornada. Quizás la tercera. Memoricen que incluíamos en la lista al técnico del Málaga, Muñiz, salvado in extremis por el portero del Tenerife el sábado. Le iba mejor en Santander, donde va a caer el segundo entrenador de Primera esta temporada: Juan Carlos Mandiá. Otro que, como los Martí Mingarro, no ha conectado con el equipo, ni con el club, ni con la ciudad. Claro que, al menos, no se ha llevado a nadie por delante. Está solo con su fracaso. De Míchel ya hablaremos más adelante. El oportunismo es una virtud.

consuelo de muchos. Permitámonos soslayar los áureos méritos del Barça y el Madrid. Ni tendremos en cuenta el taconazo de Ibrahimovic, con Henry en fuera de juego estorbando a la defensa, que ha puesto en la voz de tantos comentaristas de radio y televisión otra exclamación poco original. "¡Hay que ver lo que ha hecho"! Mientras una pandilla de amiguetes rusos despierta a unos del ´dream team´ y, en Italia, un grupo de abueletes baja a los otros de la galaxia, nos consolamos pensando que los dieciocho restantes de por aquí aún son peores.