Mateu Alemany y Javier Martí Asensio han apalabrado una cita para mañana miércoles con el objetivo de buscar una solución a la deuda que mantiene el segundo de un pagaré de 500.000 euros, requerido notarialmente por impago por el abogado mallorquín.

Alemany, que según personas de su entorno está muy preocupado por la situación de indefinición por la que atraviesa el club, hablará a Martí Asensio tan claro como lo hizo con su padre, Martí Mingarro, el pasado jueves por la noche en el despacho del presidente del Mallorca, Tomeu Vidal. Quiere cobrar lo que estipula el contrato de compraventa de las acciones del club firmado el pasado 7 de agosto. Alemany, muy molesto con la familia Mingarro porque su imagen está más en entredicho que nunca, lanzará un órdago a Martí Asensio: o paga o se procederá a la resolución del contrato entre ambas partes.

El hijo del propietario, que durante toda la jornada del domingo repitió una y otra vez que "no hay motivos para preocuparse", señaló que con Alemany "nos entenderemos. Vamos a cumplir con lo que corresponda".

Lo cierto es que Martí Asensio, que la semana pasada tuvo que ser ingresado en una clínica de Madrid, exhibe una tranquilidad que no se corresponde con la delicada situación económica del club. Aunque el domingo también anunciara "novedades importantes en el tema económico" para esta semana, la única verdad es que, como comentó su padre a varios consejeros el pasado jueves, los bancos le han cerrado las puertas.

El club necesita imperiosamente unos cinco millones de euros para hacer frente a los pagos más urgentes. De momento la primera plantilla está al corriente de las nóminas, que se cobran gracias a los cuatrocientos mil euros limpios que quedan del pago que cada mes efectúa Mediapro por los derechos de televisión. Pero a los jugadores se les adeuda la prima de la victoria ante el Getafe (90.000 euros), la del empate en el Calderón (30.000) y la del domingo ante el Racing. Al segundo equipo se le deben varias primas y las categorías inferiores acumulan retrasos en sus sueldos.

El malestar entre los miembros del consejo de administración es público y notorio. Miquel Vaquer fue claro cuando se le preguntó al respecto: "Si no tienes para pagar veinte litros de gasolina no te compres un coche", comentó. Mientras, Martí Asensio tiró con bala: "El problema lo tenemos dentro", en clara alusión, sin nombrarlo, a algunos miembros del consejo, a quienes acusa de filtrar informaciones que perjudican la imagen del club.

Alemany no tiene ninguna intención de volver a hacerse cargo de la entidad, y sólo daría el paso en el caso de que el club estuviera abocado a concurso voluntario de acreedores. En este caso, el abogado mallorquín no sólo perdería el dinero de la venta de sus acciones a la familia Mingarro sino que su imagen quedaría seriamente tocada. Y es que en la presentación del traspaso de poderes, Alemany dijo que estaba tranquilo porque dejaba el club "en las mejores manos". Unas palabras que pueden volverse en su contra.