Julio Álvarez (Caracas, 1981) vuelve a ser feliz. Se nota en su rostro la mañana después de volver a sentirse importante en el fútbol. No se había olvidado de marcar goles, ni de dar asistencias ni de maravillar a los amantes del buen fútbol con su exquisito toque de balón. El problema es que Hugo Sánchez le bajó tanto su autoestima en el Almería que cuando se le escucha hablar su voz todavía se entrecorta. Pasó de ser indiscutible sobre el césped a un fijo en la grada. Sin explicación alguna, según el testimonio del hispano-venezolano. "Cuando juegas veinticinco partidos todos los minutos de Liga y después viene un entrenador nuevo, te dice que vas a ser muy importante para él y después te pasas diez partidos en la grada sin convocar, pues eso se te escapa de las manos. Después en verano te dice que a Julio Álvarez no se le puede traspasar y luego hace lo mismo. Jamás me quedé fuera de la convocatoria varios partidos sin motivo alguno", relata tras el entrenamiento de ayer en Son Bibiloni.

Ahora en el Mallorca eso ya sólo parece una pesadilla. Su exhibición del sábado en la goleada de los rojillos ante el Tenerife (4-0) es su mejor carta de presentación. "Te deja una sensación muy buena debutar con victoria y marcar. Es lo que sueña todo jugador cuando llega a un club nuevo, espero que sea la tónica de todo el año", explica. El hispano-venezolano sólo tiene palabras cariñosas para su nuevo vestuario, con el que ha hecho buenas migas desde el primer momento. "La adaptación ha sido muy rápida y muy buena. Cuando marqué se lo dediqué a los compañeros y eso que tengo a la mujer embarazada y me va a matar, pero se lo dediqué a ellos porque es de agradadecer la forma en la que me han tratado desde que llegué", afirma orgulloso.

Además, el centrocampista, que pugnará por la titularidad con Varela, no perdió la ocasión para alabar a Manzano por entender sus características sobre el campo. "El míster conoce mis virtudes y me da libertad. A pesar de que parta desde la derecha y no sea un extremo puro, sabe que tengo tendencia a irme al centro. Eso me hace sentir bien porque aunque pierda la posición hay un compañero que me cubre. Así el futbolista está a gusto", señala.

Lección aprendida

Álvarez, que llegó con la carta de libertad bajo el brazo en la última semana de agosto y que sólo firmó por esta temporada, asegura que no hay euforia en la plantilla por haber sumado siete de los nueve puntos posibles en las tres primeras jornadas de Liga. "Todavía no hemos conseguido nada", recuerda este jugador formado en las categorías inferiores del Real Madrid y que pasó también por el Racing de Santander, Rayo Vallecano, Murcia y Numancia. El diestro, que dice haberse llevado una "grata sorpresa" con el club y la isla, cree que el pésimo inicio del Mallorca en la pasada temporada –catorce puntos en la primera vuelta– provoca que vayan con los pies de plomo. "Lo del año pasado viene bien para valorar lo que tenemos este año, ellos saben que no fue una situación agradable. Entonces hay que echar la vista atrás para valorar que cuando más prolonguemos esta racha será mucho mejor para todos", afirma. Esto no ha hecho más que empezar, pero Álvarez lanza un mensaje al mallorquinismo: "He venido a triunfar".