Gregorio Manzano ya tiene al refuerzo que deseaba. Minutos antes de las doce de la noche de ayer, cuando expiraba el plazo del mercado de fichajes, el Real Mallorca se hizo con los servicios del media punta madrileño del West Bromwich Albion Borja Valero, a quien el club quiere presentar hoy.

La operación ha resultado un rotundo éxito para el Mallorca, que por el año de cesión del jugador, que incluye una opción de compra de cuatro millones, únicamente pagará 900.000 euros de la ficha. El West Bromwich Albion, que hasta el pasado domingo exigía un millón de euros por la cesión, ficha del jugador al margen, finalmente ha aceptado no cobrar nada por este concepto. El consejero delegado Javier Martí Asensio, que a las siete de la tarde, durante la presentación de Paolo Pezzolano, cifraba "en un dos por ciento" las posibilidades de que fichara Borja Valero, ha jugado con la desesperación del club inglés, que esta temporada ha descendido a la First Division. En graves dificultades económicas, el WBA ha optado por ahorrarse la ficha de Borja Valero, que ascendía a 1.300.000 euros, y cederlo para intentar conseguir un buen traspaso a final de la presente temporada.

Los deseos del media punta madrileño por regresar a la isla han sido decisivos. Tanto, que para abandonar el fútbol inglés y regresar al Mallorca ha aceptado perder 400.000 euros de su ficha. Desde el momento en que conoció el interés del Mallorca en recuperarle, el jugador dio órdenes estrictas a su representante, Alejandro Camaño, de que moviese ficha para recalar en la isla. Las posturas entre ambos clubes estaban muy distantes hasta el domingo ya que el WBA no cedía en sus altísimas pretensiones, "inaceptables" para Martí Asensio. Pero el tiempo ha jugado en favor del Mallorca, que ha sabido jugar muy bien sus cartas para recuperar a un futbolista considerado clave por Manzano en su nuevo proyecto mallorquinista.

Martí Asensio da de este modo la primera gran satisfacción a su entrenador, con quien ha mantenido una agria y pública polémica por unos fichajes que no eran del agrado de Manzano. Precisamente, la ausencia de Borja Valero –"se me dijo que estaba fichado y no ha venido", se quejó el técnico el pasado viernes– y la llegada del portugués Bruno China –"su plaza la tengo cubierta con Mario y Martí"– ha sido el detonante de las diferencias entre el técnico y la propiedad.

Con Borja Valero, el técnico jienense dispone de un jugador clave para su sistema de juego, un futbolista que se sabe mover entre líneas y que facilita el último pase al delantero. Borja está llamado a ser uno de los líderes de un equipo que está falto de ellos. Tras la marcha de Jurado al Atlético de Madrid, Manzano buscaba un jugador de las características del andaluz, y lo ha conseguido, aunque haya sido sobre la campana y le haya costado más de un disgusto con la nueva propiedad.