Crisis total. La grieta que se había abierto en los últimos días entre Javier Martí Asensio y el cuerpo técnico –Gregorio Manzano y Nando Pons –se ha convertido en un abismo. El preparador andaluz no disimula su malestar contra la nueva propiedad y cargó duramente contra el consejero delegado, Javier Martí Asensio, a cuenta del fichaje del portugués Manuel Bruno China. Fue en el aeropuerto de Palma, donde el equipo acababa de aterrizar procedente de Albacete después de jugar un amistoso. Manzano vio a los periodistas, se dirigió a ellos y dio rienda suelta a sus reproches. "Ese futbolista no nos hace falta porque tenemos ese puesto cubierto. El diseño del equipo tiene unas prioridades que no se están atendiendo y me encuentro con unas exigencias del consejero delegado que no entiendo", dijo el andaluz.

Martí Asensio considera a Bruno China una inversión y ha impuesto a sus técnicos su fichaje. El problema es que Manzano no quiere verlo ni en pintura. "Si este jugador no viene mañana [por hoy], no lo quiero. No cuento con él. Y si al final se hace que quede claro que va contra el criterio del entrenador", dijo Manzano. El jienense se refería a una cláusula en el acuerdo del traspaso que obliga al luso a jugar el último partido con su equipo de procedencia, el Leixoes, mañana domingo.

Manzano se sacó de la chistera esta cláusula para obligar a MartíAsensio a dar marcha atrás a este fichaje. Pero ya es demasiado tarde. "Bruno jugará el domingo con su equipo porque así es el acuerdo. Sé que al entrenador le fastidia, pero a mí más que a él", dijo por la tarde el consejero delegado, durante la presentación de Rubén.

Asensio procuró quitar hierro a las demoledoras palabras de su técnico. "Hablaré con él en privado de lo que quiera, pero no ahora, porque estamos en caliente", subrayó el máximo responsable rojillo. "Desde luego, contento no estoy con lo que ha dicho. El entrenador quiere el mejor equipo, pero yo llevo sólo catorce días en el club y hay problemas financieros que Manzano tiene que entender. El que gestiona soy yo y no lo voy a hacer por encima de intereses individuales", afirmó el responsable bermellón.

La tensión en las oficinas del club sigue su escalada entre un consejero delegado que quería afirmar su independencia ante sus empleados y un Manzano que le ha salido contestatario. Cabe incluso la hipótesis de que el preparador andaluz esté provocando su despido, lo que le reportaría medio millón de euros de indemnización. La andadura de este nuevo Real Mallorca no podía empezar peor.