El Valencia creyó más en sí mismo que el Sevilla y remontó un partido que se le complicó de inicio, pero en el que su confianza y la indecisión y el juego especulativo de los visitantes a la hora de buscar la victoria fueron la clave de que los tres puntos se quedaran en Mestalla.

Es cierto que el Valencia dispuso de dos penaltis y jugó medio tiempo en superioridad numérica, pero demostró que se encuentra en una clara racha de recuperación deportiva, que le ha permitido ganar cuatro encuentro consecutivos.

Por contra, el Sevilla, cuando fue mejor que su rival, estuvo más pendiente de que no pasara nada que de apuntillarlo y, al final, lo pagó caro y se vio desbordado por el Valencia en el tramo final.

El Sevilla se enchufó al partido mucho antes que el Valencia y en el minuto ocho, en el ya enésimo córner sacado por el equipo andaluz, un impecable cabezazo de Escudé se convirtió en el 0-1, que reflejaba la superioridad mostrada por el conjunto del Sánchez Pizjuán en los primeros compases del encuentro. No fue hasta después de ese gol cuando el Valencia entró en el partido, ya que empezó a llevar la iniciativa y a aproximarse con más frecuencia a la meta de Palop, aunque sin superar en los futbolístico a su rival.

Antes del descanso, el colegiado expulsó a Adriano con roja directa por una entrada a Villa y el partido dio un giro de 180 grados en un par de minutos. Villa igualó de penalti antes del intermedio y tras el mismo ya sólo existió un equipo en Mestalla.