Siete puntos en tres partidos del Atlético Baleares conseguidos con tres goles de Aarón Bueno, hacen que el delantero blanquiazul se convierta en el protagonista de estos últimos encuentros, y más del partido de ayer al que los tres mil aficionados que de nuevo acudieron al Estadio Balear daban ya por inmerecido el empate que señalaba el marcador en el minuto 90.

Pero si Aarón fue el artífice del gol que les dio la victoria, Lucas fue el jugador que revolucionó un encuentro que toda la primera parte adoleció de ritmo, fluidez y competitividad. A pesar de ello, el Atlético Baleares que manejó el partido desde el centro del campo con otra muy buena actuación del juvenil Lawao, tuvo sus oportunidades de inaugurar el marcador. La primera a los veinte minutos de juego con un remate de cabeza de Ivok, un disparo de Núñez un minuto más tarde y una jugada de Aarón Bueno, que encaró la portería contraria pero su remate se lo abortó Pociello. Además de unas manos claras en el área en una jugada de Urko que el colegiado dejó pasar. El Santa Eulalia nunca sorprendió a la que se ha convertido en una sólida defensa blanquiazul.

Tampoco lo hizo en una segunda mitad que con dos jugadas de coraje y lucha, Lucas en los primeros minutos de la reanudación, revolucionó el encuentro. Alentó a sus compañeros y, durante buena parte del segundo tiempo, el juego se convirtió en un llegar y llegar de los blanquiazules, que iban descubriendo las inseguridades defensivas del rival. Oportunidades que no acababan en gol porque además de fallar en el pase final, el Santa Eulalia cada vez defendía más cerca de su portería con prácticamente todos sus hombres.

La justicia futbolística se hizo presente ayer en el Estadio Balear en el minuto 91 cuando Aarón Bueno remataba de cabeza un centro desde la izquierda y dejaba los tres puntos en Palma y la chispa de esperanza de conseguir borrar los seis puntos de diferencia con el Benidorm para seguir una temporada más en la Segunda B.