Ballesteros, Jordi López y Molinero son los primeros descartes de la pretemporada del Mallorca. Ésta es una de las decisiones que tomaron ayer el presidente Vicenç Grande, el director deportivo Nando Pons y el técnico Gregorio Manzano en la reunión que mantuvieron ayer en Son Bibiloni. El defensa central, el pivote y el lateral derecho ni siquiera van a hacer la maleta para viajar a Kössen (Austria) para iniciar el próximo lunes el ´stage´ en tierras alpinas ya que el club no cuenta con ellos en ningún caso.

Ballesteros, uno de los pesos pesados del vestuario, dejó de contar para el entrenador a finales del curso pasado y la opinión del técnico no ha cambiado. El valenciano, que ha jugado cuatro temporadas en la entidad bermellona, bajó su rendimiento en los entrenamientos al no sentirse titular, según aseguró públicamente el propio preparador en una entrevista concedida a DIARIO de MALLORCA el pasado 20 de mayo.

Jordi López, a pesar de que ahora mismo en la plantilla sólo hay un mediocentro nato -Mario Suárez-, tampoco entra en los esquemas del jienense, que ya decidió que se fuera cedido al Racing de Santander el anterior curso. Sus características no se adaptan a lo que la dirección técnica quiere y por eso prefiere no tenerle en el equipo bermellón.

La llegada de Josemi y la permanencia en el plantel de Scaloni le cierran la puerta a Molinero, que la pasada temporada tan sólo disputó cinco partidos. El recién ascendido Sporting de Gijón ya ha preguntado por el ex del Atlético de Madrid, por lo que podría ser una buena solución para su futuro. No obstante, la puerta de salida sigue abierta. No serán los últimos en marcharse. Víctor, Tuni y Dorado sí viajarán a Austria, pero su futuro está lejos de la isla. Otro que tampoco estará es Delibasic, que sigue de vacaciones, aunque el club no cuenta con él. "Habrá una renovación importante de la plantilla", reconoció ayer Grande a IB3 Ràdio. No es para menos. Las seis caras nuevas que han llegado se antojan insuficientes. Mario, Jurado, Óscar Díaz, Josemi, Ayoze y Keita son los primeros de una lista que completarán "cuatro o cinco jugadores más", como admitió el propio mandatario.

La dirección deportiva busca ahora algún futbolista que dé el salto de calidad a una plantilla que necesita los goles de Güiza, la magia de Ibagaza y la regularidad de Fernando Navarro. "Se han ido porque no nos quedaba más remedio", apuntó. Los más de 23 millones recaudados por su venta aportan la liquidez necesaria para afrontar alguna compra importante. "Manzano sabe que invertiremos los recursos del club en traer jugadores", aseguró el máximo accionista.

Martí

El pivote del Sevilla Pep Lluís Martí puede ser el siguiente en llegar, aunque Grande sólo quiso recordar que "es un buen jugador", sin decir nada más. Un delantero, dos centrocampistas y otro defensa son las exigencias de un Manzano que salió satisfecho de la reunión, según pudo saber este diario. Grande, por último, negó tener una oferta de compra del Mallorca por parte del británico Freddy Shepherd. "Sólo es un tanteo", concluyó.