Rafel Nadal llegó anoche a Mallorca feliz, pero visiblemente cansado, después de jugar la final del torneo de Wimbledon contra Roger Federer. El mallorquín aterrizó en Son Sant Joan en una avioneta privada sobre las 21:30, procedente de Barcelona, donde hizo escala antes de volar hacia la isla. El manacorí fue recibido por decenas de periodistas locales y nacionales, que esperaban agolpados la llegada del héroe del tenis. La concejala d´Esports del Ajuntament de Manacor Isabel Ferrer y el presidente de la Federació d´Associacions de Veïns del pueblo, Pep Veny, le hicieron entrega de un ramo de flores y una senyera, que Nadal mostró a las cámaras emocionado. "Ha sido un día muy largo. Me he levantado muy temprano para ir a Stuttgart", declaró el campeón a su llegada.

Pese al cansancio, Rafel Nadal tuvo tiempo para responder con su característica humildad a las preguntas de rigor. El tenista declaró estar muy emocionado por la victoria de Wimbledon. Tras un partido agotador, después de cinco sets y casi siete horas Nadal no pensó en nada, ni tan siquiera en que él era el tercer español de la historia en ganar en la hierba londinense: "No me vino nada a la cabeza, me quedé gritando sólo en la pista".

Por lo que respecta a su contrincante, Roger Federer, el jugador repitió que es "un señor, dentro y fuera de la pista" y se asombró por las críticas que ha recibido el suizo. Sea como fuere, lo cierto es que la final de Wimbledon pasará a los anales de la historia por su brillantez pese a las numerosas nubes que mancharon el cielo inglés.

Rafel Nadal se marca ahora como uno de sus objetivos "jugar los Juegos Olímpicos con garantías; eso sí, después de descansar". Respecto a su rodilla, que tanto ha preocupado a sus seguidores, el manacorí no quiso dar detalles y susurró: "Estoy bien, no tengo nada importante".

El mallorquín reconoció estar preparado para destronar a Federer: "Es el año que lo llevo mejor". Por primera vez se vio a un Nadal ambicioso y seguro de sus posibilidades. "La única forma que hay de ser número uno es seguir jugando como hasta ahora", dijo contundente. El manacorí es en estos momentos número dos del mundo, con 6.055 puntos en el ránking ATP tras ganar el domingo a Federer y colocarse a menos de 600 puntos del suizo, que cuenta con 6.600. Nadal se enfrenta ahora a la gira americana, aunque reconoció tener pocos días para entrenar, ya que ahora quiere "recuperarse". El campeón quiere disfrutar de su familia y de la isla durante unos días, ya que "siempre es un gusto volver a casa". De todas maneras, el número dos del mundo no podrá reposar del todo, ya que estos días se enfrenta a los inevitables actos institucionales y a algún que otro evento para cumplir con sus contratos publicitarios. De esta forma, el jueves acudirá a un acto organizado por la firma Hugo Boss.

El tenista quiso agradecer a su llegada el apoyo de los aficionados mallorquines y, en especial, a sus vecinos de Manacor, que hoy le reciben con un homenaje en el Ayuntamiento a partir de las 13.30 horas (por IB3, en directo). El consistorio ha preparado una pancarta gigante y camisetas para los ´manacorins´.y está previsto que Nadal salga a saludar desde el balcón y alce ante sus paisanos, familiares y amigos de toda la vida la deseada copa de la victoria. El campeón soñaba desde hacía años con ganar en Wimbledon, y así lo dijo en el año 2003, cuando tenía sólo dieciseis años: "El que me gustaría más (ganar) sería Wimbledon, pero es una cosa muy complicada". Después del domingo, no hay nada imposible para Rafel Nadal.