Alejandro Valverde, líder del Tour de Francia, admitió ayer haberse "sorprendido" por la repercusión del maillot amarillo que obtuvo con su triunfo en la etapa del sábado, aunque destacó que ostentar el liderato supone un esfuerzo extra para su equipo, el Caisse d´Epargne. "Llevar el maillot amarillo es increíble, por cada pueblo que pasamos la gente me reconoce y gritan mi nombre", señaló el murciano, quien tendrá en la contrarreloj del martes el primer test serio para calibrar sus opciones al triunfo final.