El suizo Roger Federer admitió que su derrota en la final del torneo de Wimbledon ante Rafel Nadal es "probablemente la más dura" de su carrera y la calificó como "un desastre". "Probablemente es mi derrota más dura", admitió el suizo, que perdió la oportunidad de lograr un sexto triunfo consecutivo en el torneo inglés.

Federer, que había ganado las últimas cinco ediciones del torneo londinense, opinó que no hay comparación con la derrota que sufrió hace un mes en la final de Roland Garros. "No hay comparación. Perder aquí, en Wimbledon, es un desastre", confesó. "No siento nada. Estoy decepcionado, roto, es todo", reconoció.

"El partido se acabó. Hay que dejar un poco de tiempo y luego ver", añadió el suizo, quien precisó que no observa ninguna lectura positiva en el choque. "No he aprendido nada de este partido. Quizá él sí, a jugar más agresivo, pero yo no", comentó. En cualquier caso, Federer, que compareció cariacontecido ante la prensa, se mostró dispuesto a seguir batallando por mantenerse en lo más alto del tenis mundial, pese a que Nadal está cada vez más cerca. "Escribid lo que queráis, yo voy a intentar ganar los Juegos Olímpicos y el US Open. Luego veremos", comentó en su lectura oficial sobre su derrota.

Unos minutos antes, aún sobre la pista, Federer aseguró casi al borde del llanto que Nadal era "merecido campeón" del torneo de tenis de Wimbledon. "Rafa es un merecido campeón. Jugó sencillamente fantástico", dijo sobre la pista central del All England Club.

"Estoy cansado. Se ha hecho un poco tarde", bromeó intentando quitar dramatismo a la situación, pese a que su rostro reflejaba la decepción por la derrota, que se une a la que se llevó de Roland Garros ante el mismo rival.

"Uno tiene que esperar lo peor. Y es el peor oponente en la mejor cancha", lamentó. "Pero fue un gusto jugar aquí. Una pena no haber podido ganar dadas las circunstancias, pero volveré el año próximo", avisó Roger Federer.