El partido de cuartos de final disputado por el alemán Rainer Schüttler y el francés Arnaud Clement, entre el miércoles y ayer jueves, fue el segundo más largo en la historia de Wimbledon, con cinco horas y 12 minutos. Schüttler logró el pase a las semifinales al vencer por 6-3, 5-7, 7-6, 6-7 y 8-6, en un partido que se suspendió el miércoles por falta de luz. Además de por su larga duración, el duelo se convirtió en una guerra de nervios a causa de la lluvia, que obligó a interrumpir ayer el juego en dos ocasiones, la última con 6-6 en el quinto set.